La pintoresca localidad onubense de Lucena del Puerto tributa, desde hace muchos años, fervientes pruebas de amor y devoción hacia la Santísima Virgen del Rocío. En este caso, es el pueblo entero el que se desborda cada Pentecostés por ofrecer su abrazo amoroso a la Reina de las Marismas.
Ya en los años treinta un nutrido grupo de “luceneros” se desplazaba a la ermita con los modestos medios de locomoción de entonces: carros, caballos y los más humildes rocines eran buenos para acercar a estos hombres nobles y sencillos a Nuestra Señora.
Una vez en la Aldea ocupaban el denominado “Acebuche”, poblándolo de modestas y frágiles chozas construidas con sábanas blancas, que llamaban la atención de todos los concurrentes: pequeñas “palomitas blancas” que parecían querer revolotear al paso de la Blanca Paloma.
Parece de justicia recordar insignes nombres en la historia rociera de Lucena, que se desplazaba al Rocío, al menos en dos ocasiones por año, con motivo de la Romería de Pentecostés y del “Rocío Chico”, el 19 de agosto. Con ellos, el recuerdo a sus familias: don Alfonso Regidor Cantalapiedra, don Diego Ruiz García, don José Borrero, don José Enrique Regidor, don Nicolás Garrido y don Antonio Garrochena. Ellos siempre encabezaron el peregrinar de los “luceneros” a la Aldea, y en ninguna ocasión faltaron, ni siquiera en los difíciles años de la Guerra Civil.
Todo este tiempo se mantuvo unida Lucena, afectivamente, a la Virgen del Rocío a través de un gran cuadro, que fue sustituido por una preciosa imagen que hizo su entrada triunfal en el pueblo el 29 de mayo de 1942, fecha imborrable para los que vivieron ese acontecimiento.
En aquella ocasión salieron los rocieros del lugar a recibir la imagen al sitio llamado “El Bosque”, a 3 Km del pueblo. Como recuerdo de aquella ocasión se levantó allí una peana de azulejos, en torno a la cual se celebra anualmente el “Romerito”, el domingo posterior al de Pentecostés. Desde aquella fecha comienza a organizarse la Hermandad provisionalmente, siendo aprobadas sus reglas por vez primera por el Arzobispo de Huelva. La Hermandad ostenta el número 27 entre las filiales. Fuente: Ayuntamiento de Villamanrrique
Hola buenas tardes me gustaria ponerme en contacto con el Hermano mayor
Fernando
Buenas tardes me gustaría saber el porqué del NO&DO en la medalla, gracias
Diego Ramírez
Don Sancho dejó que la ciudad siguiera fiel a Don Alfonso. Como muestra de gratitud concedió al Ayuntamiento de Sevilla que en su escudo pusiera el lema «NO&DO» que responde a «no-madeja-do», expresión fonética de la frase «No me ha dejado».
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juan pedro calle lorenzo
Hola buenas tardes me gustaria ponerme en contacto con el Hermano mayor
Fernando
Buenas tardes me gustaría saber el porqué del NO&DO en la medalla, gracias
Diego Ramírez
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