La imagen actual no es la primitiva. Según el investigador Don José Alonso Morgado y González, es una bellísima escultura, de poco más de un metro de altura con el estilo de principios del siglo XV.
El estado de deterioro en el que se encontraba hizo obligada su restauración y esta se realizó atendiendo al gusto llamado gótico. La primitiva imagen está embutida en la actual; el rostro está practicamente borrado, de sus hombros pende un manto azul, el vestido es verde, sujeto a la cintura por un cinturón lleno de estrellas doradas, en la parte baja se observa el calzado grana de forma puntiaguda. En el pecho, a la izquierda, está señalado el lugar que ocupó el Niño. Este Niño fue llevado a Ámerica, por un caballero, que donó el que tiene actualmente.
A mediados del XVII, se trató de nuevo de restaurar y sufrió una transformación radical, quedando oculta la imagen la Imagen primitiva, y resultando, una vez restaurada, tal como hoy se admira.
Las Reglas de la Hdad. Matriz de Almonte recogen La Leyenda de la aparición de Ntra. Sra. y aquí reproducimos la parte que nos interesa, en esta página: «… miró una imagen de la Reina de los Ángeles de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol. Era de talla y su belleza peregrina. Vestíase de una túnica de lino entre blanco y verde, y era su portentosa hermosura atractivo aún para la imaginación más libertina.»
José Morgado y González en un estudio publicado en la revista «Sevilla Mariana» nº 26 de 1882, nos asegura que «… pende de sus hombros un sencillo manto pintado de azul, y el vestido está en verde, sujetandolo a la cintura una correa salpicada de estrellas de color de oro»
Como se aprecia en esta descripción, la Virgen vestía de una forma que dista mucho de la actual. A mediados del siglo XVII, Ntra. Sra. debió vestirse según el estilo de la época, es decir de forma barroca, aunque hay antecedentes, por documentos de monasterios e iglesias, en siglos anteriores de vestir a las imágenes con vestidos más o menos adornados con brocados y joyas varias.
La Virgen del Rocío utiliza en la actualidad dos tipos de vestidos: de Reina y de Pastora:
La imagen de Ntra. Sra. la Virgen del Rocío en su caracterización de Reina, utiliza rico vestido usado en la época barroca por las reinas y la nobleza. La falda está acampanada y adaptada a un armazón rígido.
El corpiño está cerrado en su cuello y las mangas de bello encaje están embutidas en otras del mismo tejido que el de la falda.
Se presenta con los atributos de corona real, diadema de rayos rematados en estrellas de seis puntas, rostrillo a manera de antigua gorguera de encaje, adornado con piedras preciosas; ráfagas lobulares en sus flancos, cetro, el Niño Dios en los brazos vestido también con atributos de realeza; a los pies, el creciente con sendas estrellas de ocho rayos en las puntas y un querubín alado en su mediación.
LA VIRGEN DEL ROCÍO AL DETALLE
El vestido de Pastora, es totalmente diferente al anterior siendo utilizado en las venidas de la Virgen a Almonte así como en su regreso de nuevo a la Aldea, bitcoin casinos by audcasinos.com. En la actualidad, son cada siete años cuando se produce este acontecimiento. El vestido tiene una falda acampanada y una capa corta. Lleva un sombrero adornado con flores y unas cintas de seda que cubren una preciosa cabellera. El Niño a su vez, también es vestido de «pastorcito».
La Virgen en el Altar de su Ermita, el día 29 de junio de 2003
Reproducimos la letra de un fandango «alosnero» que expresa con exquisita sensibilidad, este cambio de vestuario de Ntra. Sra.
Y le quitan la corona
y le ponen un sombrero
y la visten de Pastora
a esta Reina de los Cielos.
O esta otra copla, que con el fondo de los campos almonteños, se le canta:
Si bonita está de Reina,
más bonita de Pastora.
Si bonita con sombrero
más bonita con corona.
Si bonita con la noche
más bonita con la aurora.
Pero cuando está tan guapa
que la luna tiene celos
de lo bonita que está,
es cuando el sol le da un beso
en medio del Chaparral.
A través de las estampaciones realizadas en los siglos XVIII y XIX, hemos comprobado la consolidación de una imagen visual, basada en la ráfaga de puntas, el rostrillo y el perfil cónico producido por la saya. En el siglo XVIII, el aspecto de la imagen de culto apenas se diferenciaba de las imágenes marianas de España, y no sólo las de Andalucía. A pesar de aseverar que se trata de un «verdadero retrato», no preocupaba tanto el parecido fisonómico cuanto la imagen global, integrada por el conjunto de vestido, signos y accesorios. Las reiteradas versiones mantienen con escrupulosa fidelidad la vestimenta regia, los atributos iconográficos y el texto de las indulgencias, salvo un error en la cifra de días, que es repetido por un solo copista.
Sin embargo, mientras las demás imágenes marianas adoptarían definitivamente la innovación introducida en el siglo XIX, de la ráfaga de rayos y la aureola de la corona, de reflejos planos biselados en sus extremos, la imagen de la Virgen del Rocío, que también contó -y cuenta- con este tipo de ráfaga, volvió a las formas dieciochescas, tal vez por la riqueza de la ráfaga de puntas de plata de martillo y por la memoria de sus donantes, los hermanos Tello de Eslava.
Así quedó configurada la imagen visual de la Patrona de Almonte, que permite que la silueta de la ráfaga -o un simple fragmento de ella, como el utilizado en el logotipo del Centro de Estudios Rocieros-, identifique de inmediato la figura de la Reina de las Marismas y evoque el universo de piedad, de fe y de emociones que la rodea.
Manuel Jesús CARRASCO TERRIZA
Cuando la Virgen es llevada a Almonte, se le cubre el rostro con un pañito bordado. Un capote protege toda la imagen del polvo del camino.
Jaime López de Egea
Pongo aquí lo que conteste a un protestante que dijo que la Virgen era como cualquier mujer:
Cuando a los 12 años, María y José encontraron a Jesús en el templo, el evangelista dice que volvió bajo sus padres, osea si María tuvo a Jesús a los 18 años, a los pies de la cruz tenía 51, con lo cual paso al menos 30 años con El.
Mira, si a ti y a mi Jesús nos mirase un instante a nuestros ojos, nos transformaría de arriba a bajo y transmitiríamos a los demás algo muy especial porque nos hemos cruzado con la mirada de Cristo, Dios mismo, bien, ahora imagina que tu mirada se cruza millones de instantes como le pasó a María, uff es inimaginable de cómo te conviertes, te conviertes en la persona que más sabe del mundo de Jesucristo, y esto a ti te parece una cosa cualquiera e intrandescente!!!!
María no estuvo como tú y yo leyendo la Biblia, ella vivió con Jesús, experimento lo que tú y yo estudiamos, en persona, en su compañía.
Y como todo lo que hizo Jesús no está en la biblia, lo dice san Juan, en el tema de que si se dijera todo lo de Jesús, los libros no cabrían en la tierra y el solo estuvo con Jesús 3 años, mira, María podría haber hecho mil evangelios más de lo que vio e hizo Jesucristo.
experienciasdelsagrario.blogspot.com
Luna
Me podrias dar tu correo para consultarte unas dudas?