El arranque de los actos de las bodas de diamante de la Hermandad del Rocío de Jerez está teniendo mucho de simbolismo y de recuerdos históricos. Así, con la idea de haber celebrado ayer lunes la misa del Rocío en La Concha de González Byass, el Simpecado ha iniciado una peculiar peregrinación que lo situará en los lugares donde nació la hermandad y después a los templos donde radicó en estos 75 años de vida: San Mateo, San Marcos y Santo Domingo. Pero al mismo tiempo está sirviendo como despedida para el que ha sido el emblema de los rocieros jerezanos en su última época.
El Simpecado morado que tantas veces ha llevado hasta la Blanca Paloma la fe rociera de la ciudad. Esta pieza será sustituida por la que ya ha culminado el bordador Fernando Calderón, Simpecado que nada tendrá que ver con el actual más rico en matices y ejecución que será bendecido el día de la Inmaculada Concepción, el ocho de diciembre próximo. Ayer fue el primer ‘rengue’ de eucaristía y oración con la misa oficiada por el director espiritual el padre Alexis. Con una importante presencia de rocieros jerezanos, esta bodega recobró aires de Pentecostés gracias al ambiente que se supo crear con las andanas de botas como retablo y escolta del altar que presidió el Simpecado, el cual y una vez finalizada la celebración eucarística, cerró un cortejo que lo llevó hasta la iglesia de San Mateo, templo en el que tuvo su sede la hermandad, con la calurosa acogida de la hermandad del Desconsuelo a la que le unen una muy estrecha relación con lo rociero.
Y así sucederá en las próximas semanas durante este mes en San Marcos y hasta volver al templo dominico. El hermano mayor, Francisco Gómez, asume con ilusión la propuesta de celebración en la que está inmersa la hermandad, un reto para el que espera «la máxima respuesta de los hermanos y devotos, así como de los más antiguos de la hermandad». En cuanto al nuevo Simpecado, confiesa que no lo ha visto, «para mí será una sorpresa. Tengo la máxima confianza en la comisión y en el artista que lo está haciendo, Fernando Calderón».
El jueves se presentarán el cartel, una composición de fotos antiguas con la Virgen en primer plano, y el programa de actos al completo, cuyo contenido comprende todos los meses hasta la romería. Será precisamente en las cercanías del Rocío cuando las actividades se intensifiquen más. Por cierto que finalmente la hermandad de Jerez no embarcará junto a la de Sanlúcar en Bajo de Guía pero sí harán la presentación unidas ante la Blanca Paloma en el sábado de romería. La idea inicial era que los dos simpecados atravesaran juntos el Guadalquivir pero la operatividad de la iniciativa aconsejaba lo contrario ya que obligaba sólo a pasar la desembocadura río la carreta principal mientras que el resto de la comitiva tendría que esperar la hora habitual de embarque.
Sanlúcar apadrinó a la hermandad de Jerez cuando ésta se creó, siendo ese el motivo de escenificar la unión entre ambas corporaciones que sí será posible en el rocío en la presentación de las hermandades lo que obligará a Jerez a estar más temprano que nunca en la aldea. Además, como colofón de la romería y de los actos, el día del regreso la hermandad hará un recorrido diferente por la ciudad que lo llevará hasta la basílica de La Merced.