Poesía de Felisa Lería Mackay al Simpecado del Cerro en la pará de Eritaña.
LA PARADA EN ERITAÑA
El miércoles por la mañana,
previo a Pentecostés,
algo me bulle en el alma
poco antes de las diez.
Desde la Plaza de España
me voy caminando, a pie,
hasta llegar a Eritaña,
que está llegando al Cuartel,
a ritmo de sevillanas,
ole con ole y olé,
flauta, tamboril y caña,
la Hermandad que quiero ver;
la del Cerro, la del Águila.
Carreta amarilla y plata…
Ya la veo resplandecer
como el lucero del alba.
Salve Madre, en la tierra de mis amores…
Así canto yo también,
con niños, romeros, guardias…
Sigue el camino; otra vez
el ritmo de sevillanas,
ole con ole y olé,
flauta, tamboril y caña.
Me voy despacito, a pie,
vuelvo y vuelvo la mirada…
Un tin-tin de cascabel,
un soplo amarillo y plata,
un Simpecado, una fe
me bullen dentro del alma.
Sevilla, 7 de mayo de 2.008
Felisa Lería Mackay