Aprovechando la estancia de la Virgen del Rocío en Almonte y con motivo de su primera visita en el Tercer Milenio, el municipio celebró ayer un Santo Entierro Magno en las vísperas de la Resurrección y en un ambiente típico de soleado Domingo de Ramos. Un total de seis pasos desfilaron a la vez por las calles de la localidad, en la que fue la primera procesión de esta magnitud e importancia que se recuerda en la historia de Almonte.
El cortejo partió pasadas las cuatro de la tarde desde la Capilla del Cristo, de donde salieron los pasos de misterio de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén (la Borriquita) y el Cautivo que, tras recorrer la calle Sevilla, se unieron una hora más tarde al resto de estampas de la Pasión en la Parroquia de la Asunción, en cuyo interior reside durante este año la imagen de la Virgen del Rocío.
Los dos primeros misterios ocuparon la cabeza del cortejo seguidos por el Gran Poder, el Cristo de la Misericordia y el Santo Entierro con María Santísima de la Soledad. Ya los seis en la calle, iniciaron un recorrido conjunto por la avenida Virgen del Rocío (calle del Mercado), y las calles Bobola, Manuel de Falla, Placita del Bacalao y Cristo, en la que hicieron su recogida en torno a las siete de la tarde la Borriquita y Jesús Cautivo. El resto de imágenes –con el Gran Poder a la cabeza– regresaron a la iglesia de la Asunción a través de la calle Sevilla.
Los vecinos de las calles por las que desfiló el cortejo recibieron a las imágenes desde los balcones engalanados y las puertas de sus casas, mientras que una multitud abarrotó los palcos y los aledaños de la Plaza Virgen del Rocío para admirar la salida de las últimas cuatro imágenes.
Esta salida extraordinaria, promovida por el Consejo de Hermandades y Cofradías de Almonte, con Santiago Padilla a la cabeza, sirvió a los almonteños para contemplar en la calle algunos pasos que en la noche del Viernes Santo no pudieron hacer estación de penitencia debido a la lluvia. Otros, como fue el caso de la Borriquita, el Cautivo o el Gran Poder, hicieron acto de presencia por segunda vez en esta semana de Pasión.
Aproximadamente una veintena de nazarenos de cada hermandad y una representación la juntas de gobierno portando varas e insignias precedieron a cada paso, si bien la urna del Santo Entierro y la Virgen de la Soledad desfilaron con una cortejo de penitentes más amplio por ser el día grande de esta Hermandad. Sólo los pasos de los titulares de esta última procesionaron con acompañamiento musical.