En la tarde de hoy, un año más, la Virgen del Rocío recorrerá en procesión de alabanza las calles del barrio más antiguo de extramuros. Se trata de una devota tradición gaditana, que ha sido recuperada en las últimas décadas, gracias a los esfuerzos de la actual hermandad.
La devoción a la Virgen del Rocío está arraigada desde muy antiguo en la parroquia de San José. El Archivo Diocesano custodia una aprobación provisional de una "Cofradía de Nuestra Señora del Rocío y Patriarca Señor San José", datada el 22 de febrero de 1864. En unos estatutos de 1939, que se conservan también en el Archivo y que son reforma de otros más antiguos, de primeros de siglo, se hace constar que "el objeto y fin principal de esta Hermandad es: 1º Procurar el culto y devoción a la Virgen del Rocío, a la cual aclama por Patrona la feligresía".
De la primera salida procesional de la Virgen por las calles de su barrio tenemos noticia gracias al cronista oficial de la Villa de Cádiz, que el año 1881 hace constar que, en el año anterior había salido en procesión de la Parroquia de san José la imagen de la Virgen del Rocío, portada en un paso bajo dosel. Iba acompañada también de la imagen del santo titular de la parroquia. La procesión estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis, Jaime Catalá y Albosa, y por el Patriarca de las Indias, Monseñor Benavides, que se encontraba de visita en la ciudad.
La Virgen del Rocío volvió a procesionar en años sucesivos, aunque con algunas excepciones. El año 1885 estuvo acompañada por la imagen de San Roque, Copatrono de la ciudad. Y la procesión de 1886 fue presidida por el obispo Vicente Calvo y Valero. Así fueron pasando los años y la Guía de Cádiz de 1929, en el apartado de Hermandades y Cofradías de la ciudad, menciona a la de la Virgen del Rocío y san José, presidida por Clementina Sanjuán.
Tras el incendio de 1936, el devoto Salvador Díaz Barrios costea y dona la talla de una nueva imagen de la Virgen, obra del imaginero Láinez, poniendo como condiciones que permanezca siempre en la Parroquia de San José "como Patrona que es del barrio" y que "conserve siempre su forma actual, en especial en la colocación del Niño Jesús y ráfaga que la circunda". La nueva talla fue bendecida en 1938 en la Parroquia de San Lorenzo, a petición del donante, y trasladada procesionalmente hasta San José.
Durante la década de los cuarenta, la hermandad siguió celebrando cultos a la Virgen y organizando la procesión anual, hasta que quedó desorganizada a partir de 1950. Tres décadas más tarde, la junta de gobierno de la nueva Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Cádiz, constituida ahora ya en filial de la Matriz de Almonte, recuperó la tradición de procesionar a la Virgen por las calles de su barrio, tradición que volveremos a contemplar en este día, y que cumple 130 años. Sirvan las presentes líneas para recordar esta página no muy conocida de la historia de las devociones populares de nuestra ciudad. Y que sean también un recuerdo agradecido a la fe y la piedad de quienes las promovieron y las siguen encarnando.