Cádiz – Bodas de plata junto a la Señora de las Marismas

La hermandad del Rocío de Cádiz está de cumpleaños, ya que el pasado día 20 cumplió los primeros 25 de su erección canónica por el entonces obispo de la diócesis, Antonio Dorado Soto, tras un periplo que se inició varios años antes con la creación de una junta pro-cultos, de la que fue presidente Antonio Sánchez. Su primer director espiritual fue el sacerdote Luis López Muñoz, párroco de San José, donde radica la hermandad, y el primer hermano mayor Alfonso Bolaños. También en 1981 se celebró por primera vez el triduo previo a la romería, los días 31 de mayo y 1 y 2 de junio, y el 3 la primera misa de romeros, a cargo del canónigo magistral Jerónimo Bernabeu. El primer pregón rociero de Cádiz lo pronunció el 18 de mayo de 1982, en el salón de actos de la Delegación Provincial de Cultura, Francisco Montero Galvache, al que presentó Enrique Láinez Ariza. Mañana, con motivo de la efemérides, la hermandad del Rocío celebrará la misa de romeros en la Catedral, a la que será trasladado el Simpecado en su carreta desde la parroquia de San José, de la que partirá la comitiva a las ocho de la mañana y recorrerá la Avenida, Cuesta de las Calesas, avenida del Puerto, plaza de San Juan de Dios y calle Pelota. A las nueve está previsto que la carreta quede situada ante la puerta principal de la Catedral, bajándose el Simpecado, que será colocado en el altar mayor, donde el obispo diocesano, Antonio Ceballos, presidirá la celebración eucarística. Tras la misa, el Simpecado volverá a ser colocado en su carreta y la comitiva reemprenderá el camino por la calle Pelota y la plaza de San Juan de Dios, deteniéndose ante el Ayuntamiento, donde se celebrará la ofrenda floral de la ciudad, y seguirá por la calle Sopranis hasta la iglesia de Santo Domingo, donde la hermandad realizará al tradicional ofrenda a la Patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario y también, como novedad este año, se rezará el Ángelus. Luego se formará de nuevo la comitiva que subirá la Cuesta de las Calesas para cruzar de nuevo las Puertas de Tierra y seguirá por la Avenida, donde se espera que presencien el cortejo los alumnos de los colegios de la zona, hasta el Subsector de Tráfico. Tras el almuerzo en la zona del río San Pedro los romeros se trasladarán en vehículos hasta la entrada de Sanlúcar, donde nuevamente se formará la caravana para la entrada oficial en la ciudad hacia la playa de Bajo de Guía, donde cruzarán el Guadalquivir, para llegar a la playa de Malandar, para adentrarse seguidamente en el parque nacional de Doñana. Unos 300 gaditanos, así como 65 vehículos pesados y 63 ligeros, realizarán el camino a través del coto, donde pernoctarán mañana, pasado y el jueves, para llegar a la aldea de el rocío en la tarde del próximo viernes día 2 de junio. Después ya en la casa en la aldea, situada en la calle El Cohetero, que estará engalanada tanto en el exterior como en el interior con motivo de los 25 años de la fundación de la hermandad, en el primer patio, a las nueve de la noche, está previsto un acto de oración ante el Simpecado. Al día siguiente, a partir de las doce del mediodía, ante la puerta mayor del santuario, la Hermandad Matriz recibirá cada una de las hermandades filiales por rigurosos orden de antigüedad. En este sentido hay que señalar que la junta de gobierno de la Hermandad Matriz ha acordado constatar la definitiva desaparición de la hermandad del Rocío de Badalona, que tenía el número 59 de las filiales , y en consecuencia a reajustado el número de antigüedad de las posteriores. Por tanto desde ahora la de Cádiz, que era la 60, pasa a ser la 59 y así sucesivamente hasta la última admitida el pasado año, la de Mairena del Aljarafe, que de la 104 pasa a ser la 103. A ellas se unen este año la de San Fernando, la 104, a la que amadrina la de Puerto Real, y la de Palomares del Río (Sevilla), la 105. La imagen de la Virgen del Rocío se encuentra desde ayer en su ermita a la que fue trasladada desde su pueblo de Almonte, cuyas calles recorrió en procesión extraordinaria el pasado día 21 con su galas de Reina, concretamente el traje donado a principios del siglo XX por la familia Montpansieur, recientemente restaurado y pasado a nuevo tisú, en los talleres Ramas (Sevilla).