Son casi una centuria la que separa una fotografía de la otra; la de la izquierda, año 1919; la de la derecha, año 2018. Aunque sean épocas distintas, la Fe y la admiración es la misma.
Nótese la colocación de la ráfaga redonda del revés en el año 1919, de la cual llevaba un siglo sin colocarse, y en el total desconocimiento de la camarista, la parte baja de la media circunferencia que debería ir sobre la peana, quedó en la parte de arriba, siendo corregido en 1934. Resulta llamativo ante nuestros ojos el rostrillo de Muñoz y Pabón, expresamente realizado en el año de la coronación de plata que sobró, pero esta pieza, no fue dorada al igual que las ráfagas, el rostrillo plateado contrarrestaba con el dorado de la orfebrería que llevaba la Virgen. El rostrillo dejó de utilizarse en las Romerías posteriores, siendo dorado y sobre puesto en una tela tal como lo conocemos hoy en 1934.
Javi el almonteño.