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Tema: UNA BUENA NOTICIA (Leido 670 veces) |
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jartivle
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UNA BUENA NOTICIA
« fecha: 06.08.11 a las 10:05:21 » |
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Así es, una buena noticia, !ojala! al abrir la prensa se vieran más cosas como esta, o mejor, ninguna, eso seria la buena nueva.
Una buena noticia,
Cáritas Arciprestal, La Línea
Programa “Café y Calor”
Nathalie, Leticia para sus amigos, era una PSH (PERSONA SIN HOGAR), “vivía” en la calle. Utilizamos el tiempo pasado porque gracias a Dios y al esfuerzo de personas con un corazón de oro ha dejado de serlo.
Contemos su historia: Leticia es menuda y pequeña, como Platero, aunque no parece de algodón, su piel es muy morena como consecuencia de las horas que pasó expuesta al sol, rasgo muy común entre los SIN TECHO, quizás alguno la vio por sus lugares habituales: la frontera con Gibraltar, un supermercado muy frecuentado en el centro de la ciudad, la playa de Levante… pero sobre todo las personas que acudían a pescar al muelle de Pescadores, frente a Gibraltar, porque precisamente allí es donde pasaba las noches, en uno de los bancos tenía su “cama” y sus “pertenencias”. Muchas noches de la primavera y el invierno cuando el tiempo no acompañaba y la lluvia o el fuerte viento hacían acto de presencia se refugiaba en uno de los patios centrales de la barriada de San Felipe, sus vecinos son testigos y, por desgracia, perjudicados por las noches que les hacía pasar. Uno de sus rasgos más característicos es que cubría la cabeza con un casco de motorista para evitar posibles e imaginarias agresiones.
Leticia es una persona muy afable, tiene un trato exquisito, una cultura y una educación que muchos la quisiéramos. Es de nacionalidad francesa; domina, por supuesto, su lengua materna, el francés, habla, con gran soltura, el inglés y se expresa bastante bien en castellano. ¡Vamos! ¡Un mirlo blanco! Trabajó, como funcionaria, en la central de correos de París y el destino de las personas… con un futuro prometedor, un fuerte revés de la vida, lo cambió todo: de la cúspide al fondo del barranco y no sabemos ni cómo, ni cuando, ni porqué llegó a nuestra Línea de la Concepción, desde entonces la tuvimos entre nosotros.
Su sonrisa de agradecimiento te cautiva, su mansedumbre te arroba y su conversación te cala en lo más profundo; pero… siempre hay un pero, dentro de tantas cosas positivas como hemos expresado anteriormente hay un aspecto negativo y es que el fuerte “shock” recibido, en aquel momento de su vida, la marcó de tal manera que sus facultades mentales quedaron mermadas y junto a comentarios perfectamente lógicos intercala ideas inconexas y diálogos disparatados que te hacen ver el grado de deficiencia mental que padece.
Durante meses la hemos estado visitando por las noches, llevándole café y calor como a los demás; sin embargo Leticia tenía un algo especial que la hacía distinta. En nuestras reuniones siempre era el centro de nuestras conversaciones y una de nuestras grandes preocupaciones ya que la decisión de internarla en algún centro no podía ser una decisión personal, debido a su estado mental. Pusimos su caso en conocimiento de la justicia y tras unos meses de trámites burocráticos estos han dado sus frutos: Leticia tras el paso por salud mental del centro “Levante” y su ingreso en el hospital “Virgen de Europa” fue trasladada, el pasado martes, a su país natal, allí ingresada en un centro sanitario de referencia esperemos que consiga la normalidad en su vida.
El proceso para conseguir este logro ha sido largo, arduo y difícil; pero gracias a Dios, a través del consulado francés, nos pusimos en contacto con sus familiares, éstos habían denunciado su desaparición hace años, dándola por desaparecida. El traslado se hizo en ambulancia, desde Algeciras hasta Narbonne, fue acompañada por el personal sanitario preciso, el responsable de la unidad de Agentes Tutores y Servicios Sociales de la Policía Local y por un miembro de “Café y calor”, artífice imprescindible y corazón vital de la operación.
Nos cuentan que su encuentro con la familia, sobre todo con sus padres, fue de una emotividad indescriptible, lógico. Esto nos da ánimos para seguir desarrollando nuestra labor. A Leticia la vamos a echar muchísimo de menos; pero ¡ojalá! pasara lo mismo con los demás que visitamos por las noches. Indudablemente todos tenemos nuestros problemas y cada cual sabrá de las situaciones que padece; pero al llegar la noche tenemos donde cobijarnos y con quien compartir nuestras tristezas, ellos…
No podemos terminar estas palabras sin unas palabras de agradecimiento, nuestra labor con Leticia hubiese sido imposible de llevar a buen fin sin la magnífica colaboración de la Policía Local, en concreto a la Unidad de Agentes Tutores y Servicios Sociales; a los Servicios Sociales del Ayuntamiento y a cuantos facultativos han intervenido en el proceso. Aprovechamos el momento para reivindicar, una vez más, el Hogar Nocturno para estas personas, que el invierno que viene en vez de visitarlos donde residen en la actualidad vayamos a verlos a un lugar digno y confortable.
Hace unos meses os comentábamos el triste fallecimiento de José Antonio Galeote, hoy queremos haceros partícipes de la buena nueva de Leticia. Damos gracias a Dios por hacernos instrumentos de sus manos y llevar un poco de alegría a las vidas y sobre todo a las noches de estas personas marginadas de la sociedad.
Indudablemente el hueco de Leticia va a ser muy difícil de llenar, aunque han aparecido nuevos PSH… “la vida sigue igual”, como cantaba Julio Iglesias.
Caritas Arciprestal La Línea
Programa “Café y Calor”
Fuente: Diario de La Linea http://www.lalineadigital.es/2011/08/cartas-al-director-una-buena-notici a/
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