Autor |
Tema: SEGUNDOS EN MI MANO... (Leido 253 veces) |
|
margaritadelcamino
Miembro del Foro

 Viva la Virgen del Rocío
Temas iniciados: 34
|
 |
SEGUNDOS EN MI MANO...
« fecha: 10.07.06 a las 00:30:41 » |
Cita Editar
|
HOLA A TOD@S. ¡¡Por fín os lo puedo contar!! Quedármelo como secreto, sería egoísta. No sólo quiero compartirlo con tod@s vosotr@s sino que debo hacerlo. Es con vosotr@s con quienes permanezco horas y horas leyéndoos durante el año, llegando a formar parte de mi caminar hacia nuestra Virgen. Así que... mi vivencia para vosotr@s. SEGUNDOS EN MI MANO, PARA SIEMPRE EN EL CORAZÓN Sábado, 27 de mayo. El cansancio me abrumaba tras haber trabajado la noche anterior. Hora y media de viaje en avión (Barcelona-Sevilla) fue lo que me dejaste dormir, para seguir con mi ansia de llegar por la tarde. Sólo me mantenía despierta el deseo de verte una ocasión más, además de sentir que este 'Rocío' iba a ser especial (y realmente lo ha sido). Tras abrazos y besos de la familia al recibirme, enseguida se organizó la salida hacia Almonte, lugar agraciado durante meses por tenerte como Pastora, de siete en siete años. Una vez allí, aparcar el coche y... el andar por las calles almonteñas llenas de adornos, escuchar los tiros de trabucos y escopetas, cada vez más cerca, eran mi guía hacia tu destacable belleza. Gentío y más gentío era quien te rodeaba, mejor dicho.. formaban la manta que tus pies pisaban con tanto cariño y cuidado. Perdí verte salir de la parroquia, pero no podía perderme intentar estar un momento a tu lado, con ello me conformaba, era mi ilusión; pues más: tocarte era impensable. Así que, sin más, hice todo lo posible por conseguirla.. Me adentré entre la multitud, siendo parte de esa manta que pisabas... Empujones, codazos.. me bastaban para querer aún más estar a tu lado. No podía moverme, me movían. Tres ocasiones hicieron mi ilusión realidad: intentar aún sea estar a tu lado. En ellas eran mis brazos los que pedían poder acercarme cada vez más.. pues más: tocarte era impensable. En la madrugada tuve que regresar de nuevo a Coria, no pude ser una más para acompañarte en el camino de tu regreso a la Ermita. Pero mi ilusión por verte y sentirte cerca la cumplí, quizá fuiste Tú que tienes fe en tus peregrinos, como ellos a tí, para querer iluminarles con tu presencia. Domingo, 28 de mayo. Ese día no podía dejar tampoco de ir a verte, así que... camino pa'l Rocío. Verte llegar y recibirte, como tantos otros te veneran, era aquella tarde mi ilusión pues con la del día anterior cubría mis deseos; más: tocarte era impensable. Me sumergí poco a poco entre la gente para ver, lo más delante posible y con impaciencia, tu cara cuando te quitaban el capote. Ante la conformidad de la noche anterior, quise quedarme más tiempo. ¿Por qué no?. Viví momentos inolvidables: un muchacho inválido subido por la fuerza de cinco hombres para recorrer tu misma manta, llegar a tí y tocarte; niños cantándote en un 'cara a cara', donde la lucha de sus voces consistían en mantenerte frente a ellos para que les escucharas... ¡¡BENDITA ERA TU PRESENCIA!! Ya no quería irme. No era cuestión de que no quisiera, creo que Tú no lo quisiste tampoco, como de igual manera premiaste para todos aquellos quienes estaban contigo. Hiciste que la manta, que pisabas durante todo el día, fuera mucho más grande para dar fuerzas a quienes te llevaban con cansancio pero sin perder fuerzas en su fe hacia Tí. Te seguí, Virgen mía, no podía parar de mirarte, no podía parar de andar detrás tuyo, pues Tú eras y sigues siendo mi guía. Volvía a cumplirse mi ilusión de tenerte cerca; pues más: tocarte era impensable. De nuevo eran mis brazos los que pedían poder acercarme cada vez más. Pero por lo visto, no quisiste eso para mí. Tus majestuosos siervos almonteños que te portaban permitieron, cogiéndome de un brazo, para aunque sea, tocar un varal. Amig@s mí@s: ¡no me lo creía! que pudiera vivir ese momento, pues más: tocarle era impensable. Pero... parece ser que no te conformaste con ello.. Ante mí tenía el espacio de un paso para acercarme a quienes estaban justo a tus pies.. de mi interior salió (como ahora mis lágrimas escribiendo) mi voz con todas mis fuerzas pidiendo: '¡¡Dejádmela tocar, dejádmela tocar!!' ... escuché alguien decir: 'dejarle hombre, dejarle'. Y.. así fué: permitiste que mi mano, no tan sólo tocara tu manto, sino que - por tenerte - lo cogí siguiendo el son de tu movimiento.. hasta que otro de tus siervos me retiró con su brazo diciendo: '¡¡vale ya, mujer, vale ya!!. Entré en un mar de sollozos y llantos, pues el tocarte era impensable se hizo realidad. Me abracé a quienes estaban conmigo sin poder soltarles gritándoles que te había tocado. Fué más que una ilusión, más que un sueño... GRACIAS por ser mi GUÍA, GRACIAS a quienes me ayudaron acercarme a TÍ. GRACIAS por darme la oportunidad de tenerte FE, CREER EN TÍ, TENIÉNDOTE COMO LUZ EN MIS SENTIMIENTOS, SEGUNDOS EN MI MANO, PERO... PARA SIEMPRE EN EL CORAZÓN ¡¡VIVA MI BLANCA PALOMA!! Con cariño, LYDIA
|
COMPARTE "SEGUNDOS EN MI MANO..." EN TU FACEBOOK
|
IP almacenada |
...... CON UN OLÉEEEEE ..... Y OLÉ.......
|
|
|
|