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Tema: ESA NOCHE ME MARCO UN CAMINO (Leido 252 veces) |
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rosario_del_camino
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ESA NOCHE ME MARCO UN CAMINO
« fecha: 02.12.07 a las 01:57:42 » |
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Hace tres años, yo decidí ir a hacer el camino de una Romería que se celebra en Madrid, en el Cerro de los Angeles. Es una romería que comienza en la Casa Andalucía de Getafe hasta el Cerro.
Mi madre hace esta romería con la casa a la que pertenece hace unos 20 años, el año anterior mi madre tuvo un accidente que se supone que le tenía que haber costado la vida, pero…….todo quedo en un susto imborrable……para aquellos que caminamos con al Fe por delante esta claro, la Virgen quiso que así fuera……y eso hizo que nos cambiara la vida.
Siempre y por siempre te lo estoy agradeciendo Madre.
Ella todos los años me decía vas a venir este año al Cerro?, y yo siempre hacía planes para ir, pero luego ocurrían una y mil cosas que impedían el que yo fuera. A lo mejor iba un rato por la noche, o por la tarde, o a la Misa del domingo, pero a la romería no llegaba nunca. Siempre pasaba lago.
Cuando ocurrió esto de mi madre me prometí a mi misma que intentaría no faltar nunca, acompañar a mi madre, y vivir la romería. Salir por la mañana hasta la Casa de Getafe, escuchar misa, y con la Virgen por delante ir con mi madre y su casa hasta el cerro, comer, dormir, cantar, rezar, pasar la noche junto a la Virgen y todo lo que hiciera falta.
Para cuando llego el momento, yo tenía una preocupación muy grande, mi marido tenía que pasar para después del verano por el quirófano para ser intervenido de unas lesiones graves, la operación y la recuperación eran complicadas, y el resultado no era seguro.
Estaba muy asustada, había noches que cuando nos acostábamos y le abrazaba me moría de miedo…….ufffff…..bueno, mi único refugio era mi Madre, Nuestra Madre, Virgen del Rocio, ella me escuchaba, me consolaba, me animaba, yo solo podía decirle lo que sentía a ella, yo no quería preocupar a nadie, intentaba animar a todos y restar importancia , pero a mi me daba miedo, mucho miedo.
Cuando llego el momento de la romería del Cerro lo tenía claro, iba para estar con mis Madres y no las iba a dejar solas ni un solo momento, iba a dedicarles todos los minutos, todo el tiempo.
Fui con una ilusión infinita, estaba cegada totalmente……Mi madre tan feliz, ella es muy alegre y como todas las madres tan orgullosa de llevar a su hija, ella quería que fuese con una bata o con un vestido de faralaes, un día me lo traía de un color otro día de otro, un día de lunares, otro de flores, y así, pero yo ni me los probaba, y es que aunque la sonrisa la llevaba en la cara por dentro estaba triste y preocupada y no me apetecían trajes.
Llego el día, y empecé el camino, desde mi puerta y en el sigo.
Podéis imaginar que lo pasamos genial.
En el Cerro después del rosario se lleva a la Virgen en procesión por todas las casas, o asociaciones, y en cada una la dedican Plegarias, sevillanas, salves, poesías, según. Yo salí de mi casa con el propósito de no dejar ni un solo momento ni a mi madre, ni a mi Virgen del Rocio. Y cuando llego el rosario y vi a los costaleros preparados se me partió el alma, pobres, toda una noche por delante, nerviosos, emocionados, tanto tiempo preparándose, reflejaban sus ojos sus penas sus alegrías, su emoción, su Fe, su amor, su inmenso amor, su calidad humana, nunca lo olvidare. Y yo pensaba, que hermoso tiene que ser.
Decidí no separarme de ellos ni un momento, y ayudar en todo lo que pudiera, dando agua, dando animo, consuelo, lo que fuera, lo que necesitasen, pues que mas podía hacer. Es muy duro, y aquellos que hayan estado y lean esto lo entenderán.
Para los que no lo conozcan, os diré que son miles de personas las que allí se reúnen esa noche, y es impresionante. Imaginaros lo que pesa, las paradas, toda la noche, se la baila, se la levanta, se la baja , toda la noche. Unos salen ahogados, otros derrotaos, es muy cansado, como todo hay que vivirlo. Y yo sufriendo por todos, agradeciendo cada gota de sudor, ahogando cada lagrima, y yo oía:.- no puedo, no puedo, quiero salir. Y salía uno y entraban otros y me decían quieres entrar, y a mi me daba miedo pero por otra parte quería.
Yo quería pero me daba miedo que por no saber, perjudicar al resto, además yo creía que tenías que tener como si dijéramos un entrenamiento y pensaba que a lo mejor me lo ofrecían pensando que al estar tan cerca desde el principio era una de las que estaba preparada para sustituir a alguien. Me lo ofrecieron varias veces y yo no sabía que hacer y una de ellas uno tenía que salir rápido pues no podía más y alguien tenía que entrar y yo no se que paso pero en un momento me vi debajo de la Virgen llevándola sobre mi hombro derecho, y una vez allí entre lagrimas y emoción me fueron enseñando a llevar a la Virgen . Yo no podía creer lo que me estaba pasando, donde empezaba la realidad y terminaba el sueño. Es un sentimiento tan grande, que te llena el corazón de amor para toda la vida. Al principio intentaba que la emoción no me pudiera, quería no defraudar a aquellos que habían confiado en mi, me centraba en escuchar y estar atenta para llevar mi peso como se esperaba, y creo que todo fue bien, tuve el gran honor de ir debajo de la Virgen llevándola por casi todas las casas del Cerro durante 4 horas. Debajo de la Virgen solo se ven los ojos de los compañeros y los pies, ojos con lagrimas, con sufrimiento, con agradecimiento, con amor, con mucha Fe.
Al principio me propuse el llegar hasta la Casa de mi madre que es la de los Palacios, al principio es duro .muy duro, pesa mucho, y es difícil coger el paso, las paradas, el balanceo, pero llega un momento que es como si encontrases paz, descanso, un motivo, una felicidad, no se explicarlo, es una pena pero no se explicarlo, pero se es tan feliz que no se siente el dolor, te sientes el ser mas afortunado del mundo.
Mi madre pertenece al coro de su casa y se fue para con la gente de su casa para estar preparada para cuando llegase la Virgen cantarle la plegaria, ella no podía imaginar que yo estaba debajo y yo estaba nerviosa de que no me viera y se pusiera nerviosa al no verme, yo ya no la podía avisar, la veía entre enrejado, pero ella no me veía a mi. Y le pedía a Virgen: enséñala donde estoy , que no se asuste por no verme. Y ocurrió que mi madre al preguntar por mi, la dijo un amigo: No la busques, no te preocupes que cuando tu dejaste a tu hija la Virgen la llamo y la esta haciendo Rociera.
Cuando termino la plegaria en la casa de mi madre yo pensé si he llegado hasta aquí voy a intentar seguir un poco más, sí ya no me va a doler mas, si es tal la emoción y la felicidad que me embarga que de aquí ya hasta el final.
Esa noche aprendí más que en toda mi vida, vi los ojos mas expresivos , las miradas más profundas, los olores, las respiraciones, viví lo que jamás pude imaginar, y jure que de ella ya nada nunca me separaría.
De esa noche hay como espacios de tiempo que no recuerdo, para mi fue una noche larga y corta, intensa, muy intensa y profunda. Se me vienen a la cabeza imágenes, ojos, voces, mucho ruido y silencio, como se puede sentir tanto me pregunto a veces.
No se cuando empecé a ver los pies de mi madre, por que en mi cabeza hay mucha confusión, no se si paso poco o mucho rato desde que pasamos por su casa, pero cuando entre el enrejado vi sus ojos me estremecí, vi pena, orgullo, dolor, tristeza, preocupación, solo he visto esa mezcla de todo en esos ojos azules tan bonitos esa vez.
Como me gustaría poder transportaros conmigo a esa experiencia para que lo pudierais compartir conmigo, al final llegaron los abrazos entre lagrimas y emoción de todos los que habíamos compartido el gran honor de llevar a la Virgen en nuestros hombros.
Para mi fue maravilloso, a partir de ahí ya no tuve miedo a la operación, mi forma de ver y sentir los problemas cambio por completo, creció en mi una confianza total.
Yo siempre había tenido presente a la Virgen del Rocio en mi vida pero desde ese noche va conmigo a todas parte, en mi hombro, la paseo, la bailo, la canto, la mezo, llega al cielo, viene en mi
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Re: ESA NOCHE ME MARCO UN CAMINO
« Responder #1 fecha: 02.12.07 a las 01:59:53 » |
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Yo siempre había tenido presente a la Virgen del Rocio en mi vida pero desde ese noche va conmigo a todas parte, en mi hombro, la paseo, la bailo, la canto, la mezo, llega al cielo, viene en mi corazón, en mi pensamiento, yo la llevo conmigo y ella dirige mi vida.
Nunca he contado esto a nadie, hay gente que sabe que he sido costalera de la Virgen, pero nada más. En verdad no se por que os lo cuento, a mi me da como apuro contar este tipo de cosas, me da miedo que alguien piense que quiero presumir de algo y eso jamás, yo no considero que merezca tanto pero me paso y me cambio la vida y creo que os lo cuento por que siento que vosotros sois quizás lo que me podéis entender mejor sin juzgarme.
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