betania26
Miembro del Foro


REINA DE PENTECOSTES, RUEGA POR NOSOTROS
#
Temas iniciados: 1308
|
 |
LECTURAS DE HOY 23 DE SEPTIEMBRE
« fecha: 23.09.05 a las 09:12:51 » |
Cita Editar
|
Primera Lectura Lectura del libro del profeta Ageo 2, 1b-10 Vino la palabra del Señor al profeta Ateo: «Diles a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judea, al sumo sacerdote Josué, y al resto del pueblo: ¿Queda alguien entre ustedes que haya visto este templo en el esplendor que antes tenía? ¿Y qué es lo que ven ahora? ¿Acaso no es muy poca cosa a sus ojos? Pues bien, ¡ánimo!, Zorobabel; ¡ánimo!, Josué, hijo de Yosadac, sumo sacerdote; ¡ánimo!, pueblo entero. ¡Manos a la obra!, porque yo estoy con ustedes, dice el Señor todopoderoso. Conforme a la alianza que hice con ustedes, cuando salieron de Egipto, mi espíritu estará con ustedes. No teman. Esto dice el Señor todopoderoso: Dentro de poco tiempo conmoveré el cielo y la tierra, el mar y los continentes. Conmoveré a todos los pueblos para que vengan a traerme las riquezas de todas las naciones y llenaré de gloria este templo. Mía es la plata y mío es el oro. La gloria de este segundo templo será mayor que la del primero, y en este sitio daré yo la paz, dice el Señor todopoderoso». Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Salmo Responsorial Del salmo 42 Envíame, Señor, tu luz y tu verdad. Defiéndeme, Señor, hazme justicia contra un pueblo malvado; del hombre tramposo y traicionero ponme a salvo. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad. Si tú eres de verdad mi Dios y refugio, ¿por qué me has rechazado? ¿Por qué tengo que andar tan afligido, viendo cómo me oprime el adversario? Envíame, Señor, tu luz y tu verdad. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en mi guía y hasta tu montaña santa me conduzcan, allí donde tú habitas. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad. Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría, y al Señor, mi Dios, le daré gracias al compás de la cítara. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad. Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 18-22 Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia des sus discípulos, les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos contestaron: Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. El les preguntó: Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? Pedro tomó la palabra y dijo: El Mesías de Dios. El les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar al tercer día.
|