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 Viva la Virgen del Rocío
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María la coja.-No busques un porqué-
« fecha: 28.05.10 a las 13:57:22 » |
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Espero que os guste esta historia que he creado con palabras de sentimientos que solas fluyen del fondo de mi corazón. MARÍA LA COJA Esta es la historia de una rociera de muy lejos que ni un año faltaba al Rocío. Desde muy pequeña sus padres la habían llevado a ver a la señora y no perdió nunca la fe. Esta rociera con el tiempo se fue convirtiendo en una anciana a la que llamaban en su pueblo María la coja. María se lo agradecía todo a su blanca paloma que día a día la hacía estar más llena de fe. Esta señora tuvo una hija a la que llamó como no podía ser de otra manera Rocío. María le inculcaba a su hija desde niña lo mismo que le inculcaron a ella cuando era una cría… creer en ella, hablar con ella, rezarle a ella… para María ese era el único sentido de la vida. Rocío creció sin faltar ni un año a la romería. Hace ya algunos años la virgen del Rocío quiso llevarse a maría la coja al cielo con ella. La hija de esta señora llena de rabia se enfadó tantísimo con la Virgen que prometió no ir a verla nunca más. Todas las noches, furiosa, repetía lo mismo: - ¿Por qué te la has llevado? ¿a caso querías dejarme sola? Ya lo has conseguido Rocío… ¿no dicen que una madre siempre quiere lo mejor para sus hijos? ¿entonces porque me quitas lo que más quería?- Entonces un día en sus sueños encontró la respuesta. Una voz más dulce que cualquier otra que hubiera escuchado nunca le susurraba “Hija, escúchame” ella miraba para arriba y allí estaba ella, la Virgen del Rocío. Venía para darle respuestas a todas esas preguntas que le hacía cada noche: - Rocío escúchame. Tu madre ya estaba cansada, no tenía fuerzas para hacer nada por ella misma y muy pronto empezaría a sufrir porque ese es el ciclo de la vida. Ella cada noche me pedía que me la trajese conmigo, que le diera una mejor vida, a ella y a ti. No quería verte sufrir como estabas haciendo porque no tenías tiempo para ti. Mírate… estás descuidada y pareces cansada a todas horas. Yo miro por todos cariño, tu madre deseaba de todo corazón venir aquí conmigo… Si vieras ahora lo feliz que esta. No para de sonreír y cuando está cansada se sienta aquí a mi lado y pasamos horas y horas hablando. Rocío corazón, no estás sola… tu has prometido no volver a verme y yo lo acepto pero aún así te sigo cuidando y tu madre ahora puede cuidar de ti más que nunca. Claro que una madre siempre quiere lo mejor para su hija y es por eso por lo que me la he llevado. Ella es mi hija y esto es lo mejor para ella y tú también eres mi hija y sé que el habérmela traído también es lo mejor para ti. No te he quitado lo que más querías… compruébalo, búscala, mira a tu alrededor… ¿A que puedes verla? Ella está ahí Rocío, ella está ahí contigo. Búscala, búscala… Ahora Rocío está más feliz que nunca. Se ha casado, tiene una niña y un niño, preciosos, Blanca Paloma y Jesús. Les inculca a cada momento la fe y ha roto su promesa de no volver a verla. Sigue yendo todos los años. Todas las noches habla con su madre desde su cama y también con su querida virgen del Rocío. En los ángeles del altar ve la cara de su madre. La vida le va mejor que nunca. Moraleja: todo ocurre por alguna razón pero no debemos buscar el porqué porque solo puede saberlo la madre santa.
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