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Tema: Recordando (Leido 304 veces) |
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angel2
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Recordando
« fecha: 23.07.05 a las 12:32:50 » |
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Hoy releyendo algo que escribí sobre el Traslado anterior de la Virgen no he resistido la tentación de volver a reeditarlo para todos mis amigos nuevos que en su día no lo leyeron y para todos como recordatorio. Espero que os guste.
EL TRASLADO
Con cuanta atención escuchaban algunos hermanos del foro los comentarios, los momentos hartamente emotivos del traslado de Nuestra Madre desde el Rocío hasta la Villa de Almonte en la tarde, noche y madrugada del 19 al 20 de agosto. Es cuando más me cautiva la imagen de la Virgen. Me gusta de Reina, me encanta de Pastora, pero cuando va cubierta, sé que debajo de esa capa va Ella de Pastora, pero me da la ocasión de imaginarla de mil formas distintas. Ahora sus gestos, su sonrisa, su mirada, su mayor o menor blancura, a toda Ella soy yo mismo el que la dibuja. Y me encanta, me entusiasma jugar con esos mágicos momentos. Me adelanto o me atraso para contemplarla desde todos los posibles ángulos. Desde lejos, desde muy lejos parece una estampa fantasmagórica. Imagina una larga hilera de pequeñas luces semi parpadeantes a derecha e izquierda. Los portadores de esas linternas, unos cantan, otros rezan, otros meditan ensimismados en tamaña belleza. Y allá al fondo, en la lejanía, sobre esa nube de polvo tantas veces cantada, Ella sobresaliendo, por encima de un mar de cabezas empolvadas, brazos confundidos por la oscuridad de la instantánea. Y camina, esa estampa camina, lentamente, muy lentamente como los almonteños saben llevarla.
Va llegando la comitiva hasta la Villa y encuentras una refrescante fuente donde puedes enjugar la sed. Desde las aceras, abuelas almonteñas te preguntan: ¡Hijo! ¿Por donde viene?. Se escuchan impacientes disparos de escopeta, ¡Ya está cerca! ¡Ya llega!. Todo el pueblo vela la espera, las calles finamente engalanadas de blanco. Sale de dentro de mí una obligada pregunta que no quiero hacer, pero sale: Cuándo pasen siete años, ¿quién te volverá a ver?.
Depositada en un altar levantado al efecto en el Chaparral, la Virgen espera que en su rostro se deposite el primer rayo de luz de la mañana agosteña. Antes se le ha desposeído de esa Capa de Camino y maravilla de las maravillas, un pañolito de encajes cubre su rostro. Nueva e insólita imagen para grabar en lo más profundo.
Si bonita está de Reina
más bonita de Pastora.
Si bonita con sombrero,
más bonita con corona.
Si bonita con la noche
más bonita con la aurora.
Pero cuando está tan guapa
que la luna tiene celos
de lo bonita que está,
es cuando el sol le da un beso
en medio del Chaparral.
Permanece velada hasta que el ritual del sol cumple su cometido. Un atronador estampido de escopetas es la señal para que de nuevo Almonte pasee a su Patrona y Madre hasta la Iglesia Parroquial de la Asunción.
Y la traición del recuerdo hace renacer de nuevo aquella estrofa:
Cuando pasen siete años,
quién te volverá a ti a ver.
Pastora de tu rebaño
rompiendo el amanecer.....
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