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Rocío >> LA CAPILLA del FORO - Lecturas del dia >> LECTURAS DEL MIERCOLES 16 DE ENERO DE 2019
(Mensaje iniciado por: jartivle en 15.01.19 a las 16:58:33)

Título: LECTURAS DEL MIERCOLES 16 DE ENERO DE 2019
Publicado por jartivle en 15.01.19 a las 16:58:33

Primera lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (2,14-18):

LO mismo que los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la vida entera como esclavos.
Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar los pecados del pueblo. Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 104,1-2.3-4.6-7.8-9

R/. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.

V/. Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas. R/.

V/. Gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.
Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro. R/.

V/. ¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R/.

V/. Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac. R/.


El Señor se acuerda de su alianza eternamente.




Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,29-39):

EN aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e inmediatamente le hablaron de ella. Él se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
Se levantó de madrugada, cuando todavía era muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron en su busca y, al encontrarlo, le dijeron:
«Todo el mundo te busca».
Él les responde:
«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido».
Así recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.

Palabra del Señor

Gloria a Ti, Señor Jesús

Título: Re: LECTURAS DEL MIERCOLES 16 DE ENERO DE 2019
Publicado por jartivle en 15.01.19 a las 16:59:46

San Jerónimo (347-420)
sacerdote, traductor de la Biblia, doctor de la Iglesia
Comentario al evangelio de Marcos, 2; PLS 2, 125s
«Jesús la tomó de la mano y la levantó»

«Jesús se acercó, la tomó de la mano y la levantó.» En efecto, con esta enfermedad no podía levantarse por sí misma; estando en cama, no podía ir delante de Jesús. Pero este médico misericordioso se acerca él mismo a la cama. El que había llevado sobre sus espaldas a la oveja enferma (Lc 15,5), en esta ocasión de acerca a la cama... Se acerca todavía más a fin de curar mejor. Fijaos bien en lo que aquí está escrito...»Sin duda que eres tú quien debías haber venido a mi encuentro, eres tú quien debías haber venido a darme acogida en la entrada de tu casa; pero entonces tu curación no sería tanto efecto de mi misericordia como de tu voluntad. Puesto que una fiebre tan fuerte te abate y te impide levantarte, vengo yo mismo.»

    «Y la levantó». Puesto que ella no podía levantarse por sí misma, es el Señor quien la levanta. «La tomó de la mano y la levantó.» Cuando Pedro, en el mar, se encontraba en peligro, en el momento en que iba a ahogarse, también fue él quien lo tomó por la mano y lo levantó... ¡Qué señal tan bella de amistad y de afecto por esta enferma! La levanta tomándola por la mano; su mano cura la mano de la enferma. Tomó esta mano tal como lo hubiera hecho un médico, le toma el pulso y valora la importancia de la fiebre, él, que es al mismo tiempo médico y remedio. Jesús la toca, y la fiebre desaparece.

    Deseemos que toque nuestra mano para que nuestros actos queden purificados. Que entre en nuestra casa: levantémonos de nuestro lecho, no nos quedemos acostados. Jesús permanece a la cabecera de nuestra cama ¿y nosotros seguiremos acostados? ¡Vamos, levantémonos!... «en medio de vosotros hay uno que no conocéis» (Jn 1,26); «el Reino de Dios está dentro de vosotros» (Lc 17,21. Tengamos fe y veremos a Jesús entre nosotros.



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