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Rocío >> ***Ofrenda del Foro 2024*** >> UNA OFRENDA FRÍA .
(Mensaje iniciado por: TINICO en 13.12.11 a las 03:56:14)

Título: UNA OFRENDA FRÍA .
Publicado por TINICO en 13.12.11 a las 03:56:14
;) UN ABRAZO ROCIERO PARA TODA LA BUENA GENTE DEL FORO ;)
Hola, un saludo a tod@s.
Gracias a las personas que se reunieron junto a ella en  la ofrenda.
Pienso y opino que  una ofrenda va unida a una convivencia.
Este año hemos tenido una ofrenda  fría y distanciada entre los rocieros del foro, cuando tenemos convivencia, tenemos mas unión entre todos hay que seguí todos unidos  para conseguir metas grandes.
hay muchos grupos y poca unión.

QUE NUESTRA SEÑORA NOS DE FUERZA PARA SEGUIR ADELANTE.

Título: Re: UNA OFRENDA FRÍA .
Publicado por MERCEDES en 13.12.11 a las 13:22:34
Todos tenemos que poner de nuestra parte, es verdad lo que dices TINICO, espero que este año nos haya servido de lección, para apreciar y valorar el esfuerzo que hacian los organizadores de las convivencias anteriores.
Y desde aqui, animar a que entre todos volvamos a organizar esas maravillosas convivencias con las que tanto hemos disfrutado todos.

Título: Re: UNA OFRENDA FRÍA .
Publicado por lola_del_rocio en 13.12.11 a las 21:30:40
de acuerdo contigo bombon, esperemos que para el año que viene volvamos a nuestras convivencia y no se pierda esa carreta de flores que tanto bien hace a personas que lo necesitan mucho.  De todos modos lo que vivimos fue poquito pero entrañable y casi con la meta conseguida, besos y saludos a todos desde Huelva y por favor no perdais la ilusion y las ganas de seguir empujando

Título: Re: UNA OFRENDA FRÍA .
Publicado por argaijo en 20.12.11 a las 13:01:39
Amigo Tinico, mi amigo.

Hubo un tiempo en el que unidos por un lazo blanco soñábamos con la utopía, con la vuelta a las raíces, con desandar el tiempo para reencontrarnos con la autenticidad, hubo un tiempo en el que nuestros anhelos eran comunes como comunes eran nuestras esperanzas, donde la salinidad de nuestras lágrimas siempre se daban cita en el mismo lugar.

Hubo un tiempo en el que el laberinto de los caminos se convirtió en gozo, en deseo, donde toda la arena de todos los senderos se reunía, movida por la magia del amor, en uno solo haciéndonos capaces de volar hacia Ella desde cualquiera de ellos transportados por la coexistencia de nuestros corazones.

Hubo un tiempo en el que la persistente amistad nos hacía siempre presentes en permanente desafío de las más elementales normas del espacio físico, la sola sospecha del anhelo nos hacía comparecer para el consuelo, el ánimo, la oración, la pena o el gozo común.

Hubo un tiempo en el que siempre encontré un hombro, un tiempo en el que siempre estuvo el mío, en el que siempre se produjo el reencuentro deseado. A veces en largos sueños, a veces en interminables abrazos que liberaban ansiedades, ansiedades de amistad, de comprensión, de certezas de ambas cosas. Ahora me asaltan las dudas, ya no siento todo tan cierto.

Hubo un tiempo en el que aquellos lazos blancos, irisados de mil colores, se mecían ante la Señora una tarde de invierno, con tanta energía que sus resplandores iluminaban el siguiente Diciembre, la ilusión, aún no gastada, se renovaba bajo Su serena mirada y aquellos nudos se comprimían con la fuerza de la tempestad y de ahí nacía el regocijo, la celebración, los reencuentros, los abrazos, los besos con sabor a sal. Y cantábamos rezando y rezábamos cantando y hasta solamente cantábamos por cantar.

Hubo un tiempo en el que en la esplendora mañana, juntos,  regábamos nuestras ojeras, nos buscábamos entre el gentío y nos sonreíamos en la lejanía, nos sentíamos satisfechos con la sola visión del amigo; y nos llenábamos de sosiego ante la proximidad. El tibio sol nos descubría tras la Virgen y nos despedía, implacable, cuando Ella nos decía adiós.

Hubo un tiempo de certezas, exento de recelos y de resquemores en el que desde la nostalgia construíamos una Casa común. Y la habitábamos, la adornábamos, la engalanábamos para cuando la Señora nos visitara. En aquella Casa encontrábamos siempre refugio en la tormenta, alegría en la tristeza, ayuda y comprensión. En su patio creció un recio olivo, en sus arriates creció el romero y en sus balcones los geranios pintaron de colores el blanco de cal. Allí celebramos el haber cumplido, cada año, el encargo de Nuestra Señora. Allí crecimos, como rocieros, como personas y en el amor a la Virgen.

Hubo un tiempo en el que también hubo crisis, pero no hubo quiebras. Hoy, como hace años, padecemos una crisis económica, pero yo aún no he conseguido ligar la economía con los sentimientos, no le encuentro la correspondencia. Otra cosa es la quiebra, esa sí, esa sí la padecemos amigo Tinico, mi amigo, QUIEBRA DE SOLIDARIDAD y de valores, entre ellos la amistad. Y esta sí me preocupa.
Hoy el tiempo se detuvo en el agujero negro del silencio.

Un abrazo y FELIZ NAVIDAD, para ti y para tod@s mis herman@s de este Foro.

Título: Re: UNA OFRENDA FRÍA .
Publicado por jartivle en 24.12.11 a las 10:01:24

Querido Jesús, dicen que: mal de tontos consuelo de muchos. Y que: tiempos pasados fueron mejores.

Pero nos toca pensar en positivo y seguro que vendran tiempos mejores de amistad y de solidaridad.

Feliz Navidad y que el nacimiento del Pastorcito Divino nos devuelva la FÉ por lo que tanto has luchado.


Un fuete abrazo hasta que te duela.

   Agustin

Título: Re: UNA OFRENDA FRÍA .
Publicado por JOSEBA en 31.12.11 a las 22:14:12
Esperemos que la Ofrenda del próximo año 2012 traiga buenas perspectivas a todos.

Un fuerte abrazo a todos. Joseba


Título: Re: UNA OFRENDA FRÍA .
Publicado por pili en 24.04.12 a las 23:36:06
Hubo un tiempo.... , me encantaría volver a ese tiempo que hoy en dia parece casi un sueño pero yo doy fé de que ese tiempo existió. Hubieron momentos malos, regulares, buenos y mejores. Es cuestión de poner todos los momentos en una balanza y si de mi dependiese no le daría la razón a Calderón en eso de que "la vida es sólo sueño y los sueños sueños son" ELLA sigue estando en nuestros corazones ¿no?.

Pensemos en que los momentos buenos son la realidad y dejemos los no tan buenos como si de una pesadilla se hubiese tratado.

Un fuerte abrazo!



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