El ciclo mariológico de la Coronación abordó en Castilleja la «Devoción mariana y la religiosidad popular».
En esta ocasión el ponente fue Juan Ignacio Reales, presidente de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío, de Almonte, y profesor de la Universidad de Sevilla.
El templo parroquial de Santiago Apóstol de Castilleja de la Cuesta acogió la sexta sesión del Ciclo Mariológico ‘María, Faro de nuestra Fe’, que en esta ocasión giró en torno al tema ‘Devoción mariana y religiosidad popular’, a cargo de Juan Ignacio Reales Espina, presidente de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío, de Almonte, y profesor de la Universidad de Sevilla.
El acto comenzó con la Oración de la Coronación Canónica escrita por el Arzobispo, Juan José Asenjo, a lo que siguió la presentación del acto a cargo de Víctor López López, quien cedió la palabra al presentador del ponente, José María Villadiego Sánchez, antiguo Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío de Gines. Durante su intervención, Villadiego desglosó las cualidades del conferenciante y su gran compromiso como católico, destacando a la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora del Rocío como el centro de su vida.
A continuación, tomó la palabra Juan Ignacio Reales para comenzar su ponencia, en la que realizó un recorrido por las líneas fundamentales y el fin que deben de tener las hermandades y cofradías, ya que éstas son uno de los mayores exponentes de la piedad popular. Las hermandades, ante todo, son asociaciones públicas de fieles de la Iglesia Católica, por lo que su principal fin no es otro que el culto a Dios y a la Santísima Virgen. Para mantener y cuidar ese fin, la formación debe de ser un pilar fundamental, pues sin una completa formación y sin una Fe fortalecida todo se traduciría a una cuestión de folklore y tradición que con los años se desvanecería, pues carecería de sentido. Reales indicó que las corporaciones de hoy tienen que estar muy fortalecidas, pues vivimos en una sociedad en la que cada vez se oculta más a Dios, y nuestra Fe y valores son atacados constantemente, por lo que los cristianos tenemos que dar testimonio de Fe en nuestra vida pública. Las cofradías, debido a su alto poder de convocatoria, están más obligadas que nunca a realizar la misión de la nueva evangelización, en la que los jóvenes tienen que tener un papel fundamental testimoniando con su ejemplo.
El ponente indicó que los cofrades tenemos que defender públicamente valores tan sagrados como la vida, desde su concepción hasta su muerte natural, y la familia. La caridad y la ayuda a los necesitados debe ser un pilar fundamental en nuestra vida de hermandad. Reales comentó también que los cristianos debemos de ser cuidadosos y respetuosos con el medioambiente pues es la ”Obra de Dios” en referencia a la encíclica «Laudato Si», publicada recientemente por el Papa Francisco. En definitiva, los cofrades debemos de imitar y tomar como modelo a la Virgen María, pues ella es modelo y faro de nuestra Fe.
Ya en la recta final del acto, el hermano mayor, José Francisco Verdón Tovar, hizo entrega a ambos asistentes del grabado conmemorativo de la Coronación Canónica. Para terminar, ambos firmaron en el libro de honor de la corporación.