Amigo Martín, tu padre estará en compañía de tu abuelo junto a ELLA gozando de las Marismas eternas.Un abrazo
En la quietud del alba, aún quedan rescoldos que inundan el aire con ese olor de leña quemada, rescoldos de esas candelas que calentaron a los romeros y que alrededor de ellas y con sus quebradas voces le cantaron hasta quedar extenuados por el cansancio de ese primer día de camino.
Martín junto a su Alcalde de carretas, despierta al cohetero y seguidamente una estela de pólvora quemada surca el claro cielo en La Matilla, el estruendo hace revolotear a los pajarillos del eucaliptal y los romeros se desperezan acompañados por el toque de la diana, La Matilla cobra vida, se recogen los chismes, se apagan las candelas, se enganchan los tractores y las bestias, el Carretero y su ayudante enganchan las mulas a la Carreta a la cual se le ha renovado parte de las flores.
Antes de partir, el rezo de la Salve y después la Hdad. se pone en marcha, los romeros están alegres, están más cerca de ELLA, esa misma tarde se postraran ante ELLA y le darán las gracias por haberlo permitido un año más.
A Martín le embarga la emoción, ya se divisa la espadaña de la Ermita, ¡!ya estamos aquí!!, se cruza la carretera, se pasa por el lateral de la Ermita, el campanil de la casa de Hdad. no cesa de tocar, con pericia se coloca la Carreta, en el momento de la Salve las lagrimas afloran en las mejillas de los sanjuaneros.
Martín con la misión cumplida de conducir a su Hdad. hasta ELLA, da los vivas: