El próximo 5 de marzo, tendrá lugar en el Teatro Municipal Salvador Távora, el acto homenaje a D. José García Muñoz, Hijo Predilecto a título póstumo de la Villa de Almonte.
Os esperamos!
PROFETA EN TU TIERRA
Hace poco más de setenta y dos horas te veíamos, robusto y vigoroso, haciendo equilibrios al pie de la Virgen de tus amores, culminada su procesión triunfal por las calles de la aldea del Rocío, sobre un mar tempestuoso de almonteños, que todavía pugnaban y se afanaban por estar muy cerca de Ella. Dando vivas y rezando salves, a pulmón abierto, como en tantas ocasiones similares. Y poco antes en el rosario. Y después, en la tarde de este lunes, en la Función Principal del Voto del Rocío Chico que copresidías, en tu calidad de párroco de la Asunción, con nuestro Obispo, y otros ministros, en ocasión tan señalada del Bicentenario del “Rocío Chico”, y en cuyo triduo preparatorio tuvimos la ocasión de escuchar tu prédica en su tercer día. Tantos momentos, y tan próximos y tan intensos, que a duras penas somos capaces de encajar y asimilar a estas horas tu repentina e inesperada marcha.
Hace siete años que te convertiste en pastor de esta grey almonteña, que has pastoreado contra viento y marea en tiempos de dificultad, afrontando no pocos retos, a pesar de tu edad respetable. Atrás quedaba tu largo paso por la localidad de Punta Umbría, a la que diste mucho. Tanto, que no dudó en nombrarte su Hijo Adoptivo. Y allí quedó, ya robusto y adulto, el proyecto al que donaste una buena parte de tú alma, Naim. El hogar para recuperar a los jóvenes perdidos en el mundo de la droga. Un proyecto referencial, más allá de la diócesis de Huelva, que pudiera ser, querido párroco, un retrato de tu espíritu misionero, humano y afectivo. Dónde tantos jóvenes han vuelto a la vida y han encontrado su Caballo de Damasco.
Testimoniaste a raudales el amor por los más desvalidos, e hiciste de tu sacerdocio, con sencillez y sin aspavientos, un canto permanente a Dios. Aun con tu paso lento y cansino, tu marcha nunca se detuvo, y con fortaleza de espíritu y abnegación afrontaste incluso el desafío de vivir un Traslado y Estancia de la Santísima Virgen en Almonte, el Año Jubilar Mariano, y los referidos actos conmemorativos del Bicentenario del Rocío Chico, que han significado un inestimable avance en la propagación y difusión de la fe rociera. La que tu has propagado, con sustancia y contenido, desde la cátedra rociera del Santuario Marismeño.
Ahora que tu marcha corporal es irreversible, triste pero al mismo tiempo esperanzado, me viene, ya a la memoria, tanto como has hecho por tu pueblo, por su gente, por la comunidad parroquial que te vio nacer, a la que has servido con denuedo y dedicación, dándole tanto o más de lo que recibiste de ella. Y me viene a la memoria, el consuelo que has dado a tantas almas atribuladas, por razones y motivos tan diversos; y el bálsamo y el aliento que has sido en el último adiós a nuestros muertos, y el pañuelo de lágrimas para sus afectos; y el gozo compartido de otros muchos momentos, en el bautismo, en la primera comunión, en el matrimonio o en la confirmación de nuestros seres queridos; en la dispensación de los sacramentos que nos hacen ser y sentirnos Iglesia… Cuando te hiciste pan de comunión fraterna para nosotros, en tu pensamiento, en tus obras y en tu corazón henchido, y te hiciste profeta en tu propia tierra, anunciándonos el Reino de Dios, del que ya gozas de su paz y de su plenitud celestial.
Artículo de Santiago Padilla, Secretario de la Hdad. Matriz, publicado en el ABC de Sevilla el 23 de agosto de 2013
Intervención en el acto de nombramiento de D. José, como Hijo Predilecto de Almonte del Presidente de la Matriz