El camino ha comenzado pero no en Carrión de los Céspedes sino en Melilla la Vieja. La Hermandad de María Santísima del Rocío ha caminado desde la plaza de Don Pedro de Estopiñán hasta la parroquia de la Purísima Concepción para encomendarse a la Patrona de Melilla, la Virgen de la Victoria.
La hermana mayor, Antonia Cerrato, emocionada, plegaba sus trajes de faralaes, sus faldas, sus botos y sus camisas con chorreras, para empezar, desde hoy, martes, un sendero que le conducirá a la ermita onubense. Lo mismo hacían todos, incluido el teniente hermano mayor, Agustín Lobato.