Coincidiendo con el 24 de junio, San Juan, día que se celebraba originalmente la llamada Saca de las Yeguas, os traemos la historia de esta costumbre dada en las marismas de Doñana desde tiempo inmemorial.
Yeguas que dieron nombre a la Virgen del Rocío, conocida entonces como «Rocinas», vocablo femeníno del Rocin.
Desde hace unos años, se ha venido vendiendo esta manifestación ganadera como una tradición centenaria, al quedar regularizada en 1504, por unas ordenanzas ducales de Medina Sidonia. La realidad es otra. En dichas ordenanzas se establece unas normas basándose en los usos y costumbres de las villas del estado señorial de Medina Sidonia, del cual pertenecía Almonte. En ella, se establece que el ganado debe salir de las marismas el 24 de junio, día de San Juan, ya que la ausencia de pasto, motiva a que el ganado se traslade a dehesas en la misma villa, volviendo a las marismas en invierno. Mientras que las yeguas pacen en las dehesas, eran aprovechadas en las labores agrícolas.
Esta crianza ganadera en Doñana, y su posteriores salidas y traslados a otros lugares, son el origen de La Saca de las Yeguas. Los documentos con mas de mil años de antigüedad atestiguan este hecho, como las referencias dadas por el geógrafo Estrabón, o el Calendario de Córdoba en el siglo X, donde nos deleita sobre una salida de las yeguas y sus potros de las marismas de Sevilla y Niebla (actual provincia de Huelva), a la ciudad de Medina Azahara, agrupadas y exhibidas por el caballerizo mayor (yeguerizo) al califa, que quedó sorprendido y maravillado por semejante espectáculo. Hoy, Almonte es la heredera de esta usanza que sigue manteniendola viva y expectante.
Un tradición con mas de mil años de antigüedad.
Javi el almonteño