Duro camino, dulce caminar

Duro Camino me guardaste este año. El más duro.
Camino sin arena peregrina en mi cuerpo, sin senderos pincelados de mil colores, sin bueyes ni mulos. Camino sin silencios cruzando el Coto, sin pensamientos girando al compás de las ruedas, sin brisas que te traigan aromas de lentisco y romero. Camino sin Canaliega, sin Ajolí, sin Llanos ni Tinajas. Camino sin reflejo marismeño de una Ermita blanca. Camino sin la recompensa de Su dulce sonrisa, sin la placidez de Su mirada, sin Su costero en esa esplendorosa mañana entre oleajes de amor.
Máxima penitencia para el que te ama. Solo Tú sabías el fin de mi caminar y quizá por eso la prueba fue más dura, del mismo modo que la recompensa ha sido la más completa, el ver que mi hermano sigue ahí, bajo tu cobijo, de tu mano día tras día, siempre pa’lante. Amiga que nunca fallas, Madre misericordiosa, Señora que das el ciento por uno.
Duro Camino en la distancia, dulce caminar arropado por tantos corazones unidos por la misma devoción. Camino endulzado por tus deseos.
Solo Tú sabes. Solo Tú pudiste mandarme el Pregón de mi Camino lleno de sentimientos y vivencias de mi hermano Agustín. “Prepárate, rociero, que mañana salimos”. Solo Tú hiciste que mi niño Fran me ventease por Bajo de Guía, solo Tú me mantuviste en el sueño de rezarte una Salve en Malandar entre sonidos de campanitas junto a mi gente de la Línea. Solo Tú hiciste posible que navegase por el Coto a la proa de mi Carreta marinera, “prendío” en la Inmaculada me dejó mi José Luís y desde ese altozano disfruté hasta la Canaliega.
Solo Tú, Señora, pudiste hacer dulce mi caminar tras el Simpecado de Toledo por tu camino de Los Llanos, solo Tú pudiste darme las fuerzas y el aliento hecho poesía, consuelo de saber que en los “sentíos” de mi amigo Manuel volaba mi mensaje de amor hacia Ti. Consuelo, bálsamo, en cada paso de mi hermano José Manuel tras el Simpecado de Bonares buscándote en cada flor.
Solo Tú, Pastora, pudiste hacerme llegar cada noche todos los aromas, todas las sensaciones, todas las estrellas del Camino mientras el rosario te rezaba. Solo Tú, Madre, pudiste hacer que a tus Plantas me sintiese.

Solo Tú sabes cómo pude mojar mis sueños en el Quema y volar sobre Palacio para posarme en el Ajolí en brazos de una Hermandad que lleva a mi hermano en el corazón del mismo modo que la lleva él. Alegría y tristeza. ¿Fin de Camino?. El principio, hermano, es el principio. Ella no te dejará de la mano.
Duro Caminar, dulce sufrimiento en tu costero. “Mis ojos serán tus ojos, mis manos serán tus manos y si Ella quiere mi hombro será tu hombro”, ¡y quiso!. Me dolió el hombro el lunes por la mañana, Mano, porque se que estuve allí, contigo en Su costero hasta que el sol castigó tu frente.

Duro Camino, dulce caminar. Fuerte la penitencia pero enorme la recompensa.
Gracias Señora, Pastora y Madre nuestra.
Termina Mayo y un nuevo año de ansiedades por los adentros nos espera.

Argaijo (Miembro del Foro)
Foto: José Avilés (Hdad.de Ronda)

Foro del Rocío

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