El Salón la Casa de la Provincia presenció un lleno absoluto este jueves con motivo de la presentación del Cartel Anunciador de la Romería del Rocío de Gines 2009.
La bienvenida la dieron los sones rocieros y un total de ocho carretas en miniatura, incluida una réplica exacta de la del Simpecado, acompañadas de un buen número de niños, ataviados para la ocasión, así como vecinos de Gines, incluidos miembros del Centro del Mayor, que no quisieron perderse la cita.
Ya en el Salón de Actos, la Diputada Provincial de Turismo e Innovación, Dolores Bravo, dio la bienvenida a los asistentes, destacando el trabajo del Ayuntamiento de Gines y de la Hermandad para conservar las tradiciones y traerlas a un escaparate tan importante como la Casa de la Provincia.
Tras visionar un vídeo sobre la importancia del Rocío para la localidad, Alfonso Melo, Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío de Gines, destacó el orgullo de llevar el acto hasta la capital hispalense, así como el gran apoyo municipal con el que siempre cuentan.
Carmen Arciniega, delegada municipal de Cultura, repasó la vinculación de Gines con el Rocío a través de su historia, señalando la necesidad de priorizar las actividades tradicionales y la importancia de que un pueblo sepa de dónde viene para saber adónde va.
Finalmente, el Alcalde, Manuel Camino mostró su orgullo y gratitud, así como el compromiso de extender el nombre de Gines a través de su fiesta mayor, la salida de las Carretas, solicitando que este día sea declarado de Interés Turístico de Andalucía.
Acto seguido se daba a conocer el Cartel Anunciador de la Romería del Rocío de Gines 2009, obra de Samuel Castillo y José Manuel Tovar, donde destaca en primer plano el Simpecado del Rocío de Gines.
Como colofón al acto, la capital hispalense y en especial la Catedral y sus alrededores, se convirtieron en espectadores de lujo de una pequeña Romería de las conocidas como “Carretas Chicas”. Así, los pequeños, acompañados de un gran número de vecinos de Gines y de paseantes que se acercaban para ver e inmortalizar la estampa, tiraron de las carretas, con bailes y al son de las más famosas sevillanas, llegando incluso a realizar una parada para rezar la Salve.
Con este acto, único en la historia del Rocío de Gines, la localidad dio a conocer una de sus tradiciones más arraigadas a través de los encargados de perpetuarla: los niños.