El Nuevo Herald de Miami – Artículo sobre el Rocío

Camino de la Romería de la Virgen del Rocío, en Huelva, pueden darse los paseos más inimaginables. Celebrada en esta provincia de Andalucía, España, es una de las más populosas del país. Fuimos primero a Sanlúcar de Barrameda, en la provincia de Cádiz, frente al parque nacional de marismas Doñana, una de las rutas a la Romería, donde se esperaban los vehículos que cruzan el río Guadalquivir sobre grandes balsas motorizadas desde la orilla norte para ir a parar a la ribera sur, al poblado del Rocío en Almonte. Este lugar de casas bajas con portales sobre calles arenosas, tiene una Ermita enorme para una villa tan pequeña, que solamente ocupan los cientos de hermandades que allí viajan por su devoción. Está bordeado de una laguna donde pululan caballos salvajes y toda clase de pájaros.

El jolgorio era grande en las calles de Sanlúcar mientras gozábamos viendo a las chicas vestidas con batas de lunares y peinetas, los hombres con sombrero cordobés, y los adornos de madroños de los caballos, carruajes y carritos motorizados. En la orilla, todos hacían suficiente ruido al ver montarse los carruajes a las primitivas barcazas que las llevarían al otro lado del Guadalquivir. Tamborines, flautas y guitarras acompañaban las comitivas. Viva la Reina de la Marismi, cantaban todos.

La Virgen del Rocío o de La Blanca Paloma se considera muy milagrosa entre los andaluces, y se cree que cura enfermedades como la infertilidad y la locura, aunque la fiesta, más que religiosa, es divertida. Ella es la santa patrona de Almonte desde el siglo XV, cuando un cazador encontró la estatua de la Virgen María en un tronco de árbol cerca de las marismas. Esta romería es poco conocida fuera de España, pero más de un millón de personas hacen la peregrinación a caballo o a pie a la ermita de la Virgen, en los bordes del Parque Coto Nacional Doñana. La Virgen del Rocío se ha celebrado en este distante y solitario lugar por más de 800 años y desde 1758, se celebra 50 días después de la Pascua Florida, es decir, en Pentecostés, que este año cae el 31 de mayo.

Hay que empezar la peregrinación muchos días antes para llegar a Almonte a tiempo. El altar de La Blanca Paloma en la villa del Rocío, esta a 17 kilómetros de Almonte. Las hermandades salen de Huelva, Sevilla y Cádiz, una semana antes por lo menos, para llegar de miércoles a sábado a la villa del Rocío, y disfrutar los actos que duran hasta el lunes. La manera tradicional es por carruaje, a caballo o a pie, ya vestidos con trajes de flamenco o gitanos. Hay cuatro rutas principales: la de Sanlúcar, que va por el Parque Nacional Doñana, para los que salen de la provincia de Cádiz; la ruta de los Llanos, que pasa por Almonte, y es la más antigua, la ruta de Moguer en la provincia de Huelva, y la de Sevilla, la más popular para las hermandades del resto de España y del extranjero. Pero por auto se puede llegar en una hora desde Sevilla.

Cuando los romeros llegan a la villa antes de la madrugada, comienzan a fiestear de nuevo. La Hermandad de Almonte es la principal y lleva la carroza de plata de la Virgen. En la Ermita se dice misa, y luego continúa el desfile. Todo esto dura un par de días más con tapas de tortillas, jamón, camarones y ají frito, lavado con jerez y vino local. Las sevillanas rocieras se cantan alrededor de los campamentos en los alrededores de Doñana, mientras fluye un fino vino seco. Es una gozada. Lo sabroso de toda esta zona es el vino seco y el manzanilla, como el que saboreamos en las bodegas de La Gitana en Sanlúcar de Barrameda, donde nos dieron de comer y degustar los vinos dulces de esta región que tienen una fina condición salada por los aires de mar que cubren sus viñedos.