El Rocío y la Inmaculada

Las primeras referencias Inmaculista en Almonte se remonta a inicios del siglo XVII, en un testamento de 1620, pero a principios del siglo XVI se funda una cofradía, hospital y ermita a la Concepción, se descarta que tuviera vinculación con el misterio de la Pura Concepción de María. No sería hasta mediados del siglo XVII, cuando los Almonteños defienden más que nunca el Dogma Inmaculista, hablo del patronazgo de la Virgen del Rocío sobre la Villa almonteña.
Los indicios de defender el dogma Inmaculista en relación a la imagen de Ntra. Sra. Del Rocío aparece el 24 de junio de 1653. La Virgen fue trasladada a Almonte el 27 de abril de ese año, por una gran sequia, tras muchas imploraciones del pueblo almonteño ante la sagrada imagen, de remediar las sequias y la peste de 1649 y 1650, agradecidos de tantos favores y del gran amor que sentían sobre ella, nombrarían el 29 de junio de 1653 a la Blanca Paloma como su patrona, en el juramento se defendería el dogma, así lo refiere el concejo el 24 de junio de 1653, cinco días antes, prometió jurar y defender la Pura y Limpia Concepción de María bajo el título de las Rocinas, el domingo 29, festividad del patrón, San Pedro, se verifico la jura en la parroquia tras la misa mayor.
…proponemos por testigos juramos y votamos, que ahora y siempre afirmemos y defenderemos que la gloriosísima virgen Ntra. Sra. Fue concebida sin pecado original y que nunca callo en ella esta mancha si no que en el instante de su concepción dichosa y de la unión de su alma y cuerpo fue prevenida de la dicha gracia preservada de la culpa original y esto por los méritos de la pasión y muerte de Cristo Ntro. Redentor que haría de su hijo, previsto en el divino consistorio y que en esta verdad y por la honrad de la Sacrantisima Virgen con el ayuda de Dios todopoderoso viviremos y moriremos y para que esto sea estable firme y permanente para siempre jamás votamos por Patrona de esta villa a la reina de los ángeles Santa María de las Rocinas… (Acta del Patronazgo del 29 de junio de 1653).
Posteriormente en actas capitulares del concejo, todo aquel que entraban en un nuevo cargo, afirmaría de que su oficio lo haría bien, jurando en defender la pureza y limpieza de Nuestra Señora de Concepción, patrona y abogada de esta villa.
El sacerdote e historiador Manuel Carrasco Terriza, nos detalla el azulejo de 1696 de Ntra. Sra. Del Rocío, donde se alude al Dogma. En la portada sur de la antigua ermita se encontraba un azulejo fechado en 1696 (mide 1,28 m. alto, 0,83 m. ancho), conservado hoy en los fondos artísticos de la Hermandad. Predominan en las figuras los tonos azules, verdes y ocres, sobre un fondo de color amarillo, en forma de arco de medio punto. Hacen de basamento dos líneas de texto en que se lee: -NVA SRA. DEL ROCIO. AÑO DE 1696. CONCEBIDA SIN MANCHA DE PECADO OR-, que, desarrolladas las abreviaturas, dicen: -Nuestra Señora del Rocío. Año de 1696. Concebida sin mancha de pecado original.
Tras el patronazgo de 1653 y la jura del Dogma, la Virgen comienza a ser vestida aludiendo a las invocaciones Inmaculistas.
Los atributos de la Inmaculada están tomados del Apocalipsis (cap. 12). La definición definitiva de la Inmaculada, que va a dominar a lo largo del siglo XVII, será la resultante de la conjunción del motivo Tota pulchra con el de la mujer vestida de sol del Apocalipsis…Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza…
Es difícil determinar cuando la Virgen comienza a vestir como mujer del Apocalipsis, es en el siglo XVII cuando se comienza a relacionar las vestimentas de las imágenes de María con atributos de la Inmaculada. En un testamento de 1583, sabemos que Ntra. Sra. Del Rocío poseía varios vestidos, algunos donados por la duquesa de Medina Sidonia y otro por doña Isabel, mujer de Hernando Caballero, pero para nada vestía como ahora, es ya un avanzado siglo XVII cuando Nuestra Señora comienza a incorporar detalles sobre su atuendo, Corona con Ráfaga o resplandor, media luna a sus pies y ráfagas de encajes que se formaba a través de lo que sobraba del manto a ambos lado de la imagen, la corona con ráfagas o resplandor se venía imponiendo a fines del XVII y principios del XVIII, con la curiosidad de que en el 1583 poseía también una corona de plata, pero aquella corona seria las primeras de metales que se les colocaba a las tallas de la Virgen, serian solo el canasto de la corona sin el resplandor. Es el en 1733 cuando el Almonteño José Carlos Tello de Eslava regala las primeras ráfagas de metal, las actuales redondas, llamadas Puntas de Plata de Martillo. Es la simbología de este atuendo por el cual hacemos alusión a la hora de llamar a la Virgen como la Reina de las marismas.

Más información sobre el voto Inmaculista en Almonte. PADILLA DIAZ DE LA SERNA, S.: “Almonte y su histórica devoción a la inmaculada”, en Testimonio históricos de la devoción de los Almonteños a la madre de Dios. Devociones, imágenes, ritos y cofradías marianas de Almonte. Almonte, 2006, pags. 105 – 116.
Javi El Almonteño

Información del Collage: He querido representar a la Virgen del Rocío en este Collage simulando las antiguas pinturas del XVI, de la Virgen como mujer del Apocalipsis y rodeada de letanías Lauretanas. Las letanías están extraídas de la pintura de la Inmaculada Concepción de Juan de Juanes del siglo XVI.