Como todos los Lunes de Pascua de Resurrección, en un emotivo acto, la Hermandad del Valle entregó a los familiares de los hermanos fallecidos en el último año el cirio que, con sus nombres, dieron luz y compañía a la Virgen en su paso de palio.
Un año más, iluminó a la Virgen un cirio dedicado a los Donantes de Órganos que el Hermano Mayor entregó a Susana Herrera, la madre de un niño que se fue al cielo permitiendo que tres niñas volvieran a nacer.
Lucas Maireles, Hermano Mayor del Valle, destacó el apoyo de la Hermandad a esta forma tan cristiana de luchar por la vida de los enfermos mediante el amor al prójimo.