Desde el año 1996 que un amigo nos invitó a su casa del Rocio, nada más bajar del coche fui a verla, me llamaba la atención la cantidad de gente que seguía a esta Virgen. Yo soy catolica prácticante y quería verla de cerca. Nada más entrar antes de verla me puse a llorar sin consuelo, la miraba y lloraba, la miraba y lloraba, me daba verguenza delante del amigo de mi marido que nos habia invitado pero no podía parar. Desde ese día hasta el día de hoy soy fiel seguidora de mi Virgen. Este año si Dios quiere haré por primera vez mi peregrinación. Me he apuntado a la Hermandad de Valencia.