Soy costarricense y desde este pequeño país de Centroamérica, todos los días doy gracias a Dios, por haberme dado la enorme dicha de conocer a mi Virgencita del Rocío, simplemente la adoro. No sé qué sería de mi vida, sin Ella.
Soy costarricense y desde este pequeño país de Centroamérica, todos los días doy gracias a Dios, por haberme dado la enorme dicha de conocer a mi Virgencita del Rocío, simplemente la adoro. No sé qué sería de mi vida, sin Ella.