Hoy deberíamos de estar de Romería, los cohetes resonando en el cielo, las campanas repicando para la Misa de Romeros, la plaza del Rocío llena de volantes y de sombreros, la Benemérita esperando, el polvo de la rambla volando libre con cada pisada, el puente como sombraje de nuestro peregrinar, el Molino del Saltaor y con la llegada del ocaso, al final del camino, nuestra gruta en honor a nuestra madre.
Una gruta que hoy luce engalanada como si fuese un mayo cualquiera, que late como el crujir de las candelas, que nos espera y que florece con cada plegaria que hasta allí se eleva.
Gracias a nuestra hermana Sole, por su dedicación y fe, por mantener durante todo el año este rincón de Rocío en nuestro pueblo aguileño, por haber hecho que este fin de semana vuelva a ser Romería en el Molino.
¡Tenemos tanto que agradecerte! Que la Virgen del Rocío te bendiga y llene tus días de felicidad y de sentimiento Rociero.
Gracias a ella, Águilas de nuevo se viste de marisma florecida.
¡Viva la Virgen del Rocío!