Este fin de semana, 5 de octubre de 2019, la Hermandad de Emigrantes organizó en su casa Hermandad de El Rocío una convivencia con los niños y niñas en la que participaron casi un centenar de jóvenes Rocieros.
La iniciativa parte del Hermano Mayor de la Hermandad Nono Ortiz que desde que comenzó su mandato tuvo como objetivo principal hacer participe a los más jóvenes de la vida social y religiosa de una Hermandad que este año cumplirá sus 50 Rocíos peregrinando a la Aldea Almonteña.
Desde bien temprano los jóvenes Rocieros inundaron de alegría los aledaños de una casa Hermandad repleta de Hermanos y devotos que acudieron en masa para participar de una jornada lúdica que dio comienzo sobre las 11 de la mañana con la recepción de participantes y la entrega de camisetas y gorras realizadas para la ocasión. Tras la bienvenida realizada por en Hermano mayor y el grupo de Hermanos colaboradores dieron comienzo los diferentes Talleres de la mañana con Pintura sobre lienzo y diseño de pulseras. Tras dicha actividad , la Hermandad ofreció una comida a todos los participantes en patio central de la casa hermandad donde vivimos un momento de convivencia muy emotivo con todos los hermanos arrendatarios de habitaciones y apartamentos que en todo momento colaboraron con la iniciativa.
La jornada continuo con un taller de canto y el esperado taller de equitación que hizo las delicias de grandes y pequeños, y donde todos los participantes tuvieron la oportunidad de conocer más de cerca el mundo del caballo y pudieron montar a los equinos supervisado por expertos monitores y voluntarios.
Ya, en torno a las 18:30 nos dirigimos en autobús hacia el pueblo de Almonte para visitar a Ntra Sra. Del Rocío. La comitiva formada por varios centenares de Hermanos y devotos recorrió diferentes calles de Almonte aportando un color especial a la tarde del sábado. Los tamborileros de la Hermandad fueron los encargados de abrir un cortejo alegre, simpático y muy Rociero que realizó una entrada muy especial en el paseo principal de Almonte donde vecinos y visitantes se agrupaban en las aceras para no perderse tan singular estampa. Ya en la misma puerta de la Parroquia de la Asunción, llegó el momento más emotivo del día con una espectacular entrada en la Parroquia donde los aplausos y vítores se mezclaban con las lágrimas de los participantes. Una vez postgrados frente a nuestra madre del Rocío los más jóvenes cantaron la Salve de Emigrantes a la Señora finalizando con unos emocionados vivas a la virgen a cargo de nuestro hermano mayor.