Hermandad de Emigrantes – Nacho Molina y Retama exaltan y cantan a la gran familia de Emigrantes en su cincuentenario

La componente del grupo Rocío recibe el reconocimiento de todos los hermanos y sus compañeros de grupo.
Un no sabe por qué, pero algo grande está a punto de ocurrir en la capilla de la casa de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva. Sus protagonistas serían el gran periodista Juan Ignacio ‘Nacho’, de la televisión local Teleonuba, y el grupo Retama, formado desde el año 1996, por lo que este año están celebrando sus bodas de plata. Ambos fueron los que emocionaron y hicieron que sonaran en varias ocasiones las palmas por Huelva por exaltar y cantar a la gran familia de Emigrantes en sus 50 años de historia.

Iniciaría la hermosa velada el vocal de Cultos y Espiritualidad de la filial rociera, José Antonio Gallardo, quien dirigió un rezo para encomendar al exaltador y al grupo onubense Retama a la Santísima Virgen del Rocío.

La Concha Peregrina, inundada por flores y alimentos para las hermanas de la Cruz del barrio de Las Colonias, sería testigo de una noche mágica, donde la palabra familia recobraría todo su sentido, gracias al talento de Nacho Molina y Retama. Concretamente, este último sería el encargado de abril su frasco de notas musicales y cante, gracias a sus grandes componentes y su director, María José Antero, Rocío Barroso, Miguel Flores, Gema Evora, Manuel Evora, Cristina González y Pepe Garrido.

Seguidamente Molina iniciaría su mensaje con las siguientes palabras: “Dice que todos los días la mira y un suspiro se escapa mientras la sostiene en sus manos. Es la estampa que conserva de uno de sus primeros rocíos. Al lado, junto a su cama, otra foto de la Virgen en blanco y negro es la que vela sus sueños y a la que todas las noches le reza. En ella su padre está a los pies de la Virgen en el retablo antiguo de la ermita a la que tantas veces fue junto a su familia. Allí fue en el vientre de su madre y ante Ella fue con sus hijos y sus nietos para que fuera la luz en sus vidas. Desde que sus ojos se abrieran por primera vez jamás faltó al Rocío. De su cuello parte una cadenita de oro de la que cuelga una pequeña Virgen del Rocío que siempre llevaba su madre. Es la herencia del amor, la que se enseña sin más maestría que la de que tus hijos vean lo que tú quieres a la Virgen. Recuerda cómo iba en un camión con sus tíos, con animales vivos que después mataban en la romería para compartir con la familia y amigos la felicidad de estar en la aldea. Eran los tiempos sin frigoríficos ni neveras, donde sólo la ilusión podía con todas las crudezas de un camino que era de verdad y sin concesiones. Pero era el más feliz. Hoy ya ha conocido otro Rocío, ni mejor ni peor, como dice ella, simplemente distinto. No se queda con ninguno, porque siempre se queda con la Virgen. Todo tiene su encanto y el Rocío siempre se reinventa sin dejar la esencia escapar. Nada desentona, nada se va, por eso el Rocío será eterno. Ella, a su edad, guarda con celo el mismo afecto a la tradición y a las maneras de todo lo que tiene que ver con la Virgen. La ama, no concibe ni un minuto de su existencia sin ella. Lo es todo desde que vino a este mundo”.

Retama, fundado en 2004 tras la desaparición del coro flamenco Senderos de Huelva, volvía a cantar una nueva composición compuesta por su director, curiosamente también presidente de la Hermandad de Emigrantes, Francisco José Garrido Cruzado ‘Pepe’, poniendo todos ellos por encima lo más profundo de su corazón a la Virgen del Rocío y a su Concha Peregrina.

Nacho continuó su hermosa exaltación señalando que “es ahora cuando hemos aprendido a valorar lo que la vida nos daba como un sorbo ordinario de nuestra existencia, pero que con egoísmo asumimos sin pensar más allá de nuestro propio interés. Sólo somos esclavos de nuestro individualismo, sin abrir los brazos hacia un mundo que se descompone ante nosotros sin el más mínimo interés en restaurarlo.

Hemos contado nuestros días por rutina, sin valorar por unos segundos que somos polvo y en polvo nos convertiremos. Nuestras metas las hemos instaurado en nuestro día a día apartándolas de la emoción, alejándose de la magia interior que tiene que desprender aquello que nos mantiene vivo el sentimiento. Llegaba fechado por un calendario pero sin capacidad de absorber el regalo, por ejemplo, de vivir un nuevo Rocío.

Sin embargo, cómo nos acordamos ahora de todo aquello. Qué ilusos hemos sido. Nos creíamos intocables y ahora pensamos por lo ordinario. Cuánto nos hemos quejado para ser después nostálgicos de lo más sencillo. Qué bonito era llegar era el día de la salida y abrazar hasta dejar sin aire al amigo que sólo veíamos un miércoles al año por la mañana. Ese reencuentro sin miedo al contacto rociero, que jamás se puede relacionar con el distanciamiento social. Cómo vamos a hacer un Rocío sin brindar con aquellos hermanos que sólo nos pegaron una cosa en la vida: amistad. Qué lejos queda ese gesto tan sumamente normal como el de dar dos besos con tu flor en el pelo a tu madre al darnos la paz en la misa de romeros.

¿Alguien pensaba retirar ese beso cuando la Virgen y el simpecado se encontraban un año más y se cumplía, lágrima con lágrima como si fueran el Tinto y el odiel, sellando así que juntas un año más habían visto a la Madre de Dios en la tierra? Cuántas veces nos quejábamos del calor abarasador que quemaba la planta de nuestros pies caminando por el asfalto o tragando el polvo bendito de las arenas. Quién se va a poner cuando volvamos una mascarilla ya podamos cruzar el desierto del Sáhara. Cómo va a ser compatible un carro donde todos compartíamos el pan, el jamón, las gambas, el queso, las croquetas y lo que hiciera falta con el gel hidroalcohólico. Sin en las manos llevabas medio pino entre las uñas. Los churretes que caían por las mejillas se secaban con el abrazo del rociero que al lado tuya te llevaba del amor del Rocío”.

Finalizaba el peridodista de Teleonuba su exaltación, dividida en varias partes bajos títulos tan sugerentes como ‘Emigrantes de todo menos de la Virgen del Rocío’, ‘Cincuenta años de amor a la Virgen’, ‘¡Claro que hay Rocío!’ y ‘Yo quiero mi Rocío…’, “Emigrantes del olor a hierba fresca que trae este tiempo/ de la humedad al raso de la arena al despertar en el camino/ del tamboril despertando el cuerpo y el alma del peregrino/ y de las voces tempranas cantando sevillanas al viento/.

Emigrantes del crujir de la carreta al andar de una promesa/ de las voces del carrero mandando el devenir de toda una hermandad/ del descanso bajo la sombra del pino escuchando por Huelva cantar/ y del aire que entre los bordados su cara besa/ Emigrantes de la sonrisa del miércoles que despierta al rociero/ de los niños cantando como los ángeles a la concha de sus sueños/ de los ramos posando la vida de tantos hijos marismeños/ y de los carros más bonitos que a la Virgen nunca dieron/.

Emigrantes del ratito en una casa junto a los amigos de siempre/ del ratito de cante en una pará donde siempre en la mente a mi padre hallo/ del rajeo de una guitarra mirando de frente al Simpecado a caballo/ y del traje que con tanto celo guardaba su madre para poder verte./

Emigrantes del romero que llena del verde de nuestra esperanza el suelo/ de una mano llevando a su hijo a la misa de romeros/ de una lágrima al sentir el agua del charco de nuestros anhelos/ y de la última vez de ver a la Virgen agarrado al brazo de su abuelo”.

El presidente de la hermandad antes de cerrar tan mágica noche quiso obsequiar a los participantes con un pequeño detalle de Emigrantes, pero aún no estaba todo finalizado antes de cantar la Salve y dedicar los correspondientes vivas “a la Madre de Dios, a los hermanos que disfrutan de las Marismas eternas y Hermandad de Emigrantes o grupo Retama”, por parte del hermano mayor, José Antonio Ortiz Morano.

Los compañeros de Retama quisieron obsequiar en estos momentos tan especiales para todos a Rocío, esposa de su director y componente del grupo con un recuerdo que seguro llevará siempre en su corazón.

Imposición de medallas

Con anterioridad se llevó a cabo una de las actividades que se están realizando casi todos los días de este Rocío de Esperanza, la imposición de medallas de la hermandad para todos aquellos hermanos nuevos y a todos los que quieran volver a imponérsela en este año de la efeméride fundacional de la Hermandad de Emigrantes.

Huelva, 23 de mayo de 2021