El arte impregna toda la casa de la Concha Peregrina en una “noche mágica”.
José María Carrasco Salas presenta los diseños de los nuevos guiones, José Antonio Hispano exalta a su hermandad y Geromo Segura, su hija Estrella y Alejandra Almendro enamoran con sus cantes.
La capilla de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva se inundó de arte hasta cubrirla completamente con la presentación de los diseños de los nuevos guiones de la filial rociera creados por José María Carrasco Salas, la exaltación a cargo de José Antonio Hispano, hermano mayor de 2008, el cante hecho rezo de Geromo Segura, su hija Estrella y Alejandra.
El presidente de Emigrantes, Francisco José Garrido, fue el encargado de abril el acto señalando el trabajo de la hermandad de “restauración y conservación de todo el legado de la filial rociera”, que se inició con la restauración y plateado de la carreta de nuestro Simpecado, posteriormente se ha llevado a cabo el plateado o dorado de todos los enseres de la hermandad, realizado por el orfebre Emilio Méndez. Y ayer conocimos los diseños realizado por el artista onubense José María Carrasco de los nuevos guiones de la entidad. Garrido manifestó que “este nuevo proyecto de la junta de gobierno de la que forma parte y de la cual se siente orgullo de pertenecer inicia hoy un proyecto para nuestra hermandad luzca con todo su esplendor por las calles de Huelva”
Por su parte, José María Carrasco durante su alocución afirmó “que estoy seguro que vamos a vivir una noche mágica”. El hermano de la hermandad desea que “esa gran noche mágica que vamos a vivir, dos cosas completamente distintas. Una, la presentación de una parte más profesional y después los sentimientos hecho voz y también la exaltación de mi compadre José Antonio.
Del trabajo que enseguida vería la luz señaló que “está empapado de todas sus vivencias de sus padres y de toda su familia, que siempre han estado vinculados a la hermandad”. Manifestó que “cuando se le encarga este trabajo, aparte de sentirse orgulloso, intenta mostrar toda la profesionalidad que ha adquirido en sus genes y va analizando lo que significa la hermandad”.
Carrasco fue desgranando uno a uno cada uno de los nuevos guiones: Bacalao de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Huelva, bacalao de la Inmaculada y guiones Real, ciudad de Huelva, Almonte, Aljaraque, tamborileros y grupo joven.
El vocal de Cultos y Espiritualidad de Emigrantes, José Antonio Gallardo, dirigió el rezo del Angelus para continuar con las primeras notas musicales de Geromo Segura y su alumna y presidenta de la Peña Flamenca de Almonte, Alejandra Almendro Bejarano y su hija Estrella. Todos ellos nos pusieron los vellos de punta y no se pudo evitar escuchar alguno “ole” en la capilla con los temas interpretados, como el primero ‘Rocío diferente’ (letra y música de Chico y José Antonio Gallardo); las cuatro sevillanas cantadas magistralmente por Segura, ganador de la Lámpara Minera, el máximo galardón de la 53 edición del Festival Internacional del Cante de las Minas de La Unión, Murcia y considerado uno de los 10 grandes del cante. ‘Tengo un viejo tamboril’, de Emilio Pozo fueron las tres cantadas por su hija Estrella, toda una gran promesa, que interpretó ‘Tendré una vela encendida’, mientras que la alumna Alejandra Almendro Bejarano cantó unas de Jesús León, compuestas para el coro de Matalascañas, y la segunda de Manuel Fidel.
Llegaba el turno del exaltador José Antonio Hispano que abrió, qué arte, un melón sin cala. Nos engañó diciendo que “me gustaría pedir disculpas si no llego a la altura de la confianza que esta junta puso en mi persona, pues no soy orador ni poeta, pero sí soy capaz de transmitir mi amor por esta hermandad y por la Blanca Paloma, me doy por satisfecho.
Añadió sobre los orígenes en la ciudad alemana de Bocholt “cuántas ilusiones se depositaron en aquel club. Cuántas añoranzas de su tierra, de sus costumbres, de sus formas de vivir y, como no, de sus formas de vivir la fe. ¿Cuántos vivas?, ¡cuántas salves?, ¿cuántas peticiones de salud, o de volver?, ¿cuántas gracias?, ¿cuántas conversaciones con Ella?, ¿cuántas y cuántas cosas se depositaron en ese cuadro en blanco y negro de nuestra amada Señora”.
Continuaba diciendo “mi hermandad, tu hermandad. La de la medalla del cordón de colores de nuestra bandera, como no podía ser de otro modo. Mi hermandad, tu hermandad, la hermandad de las flores, la de los carros adornaos, la de la Concha Marinera. Mi hermandad, tu hermandad. Esa que despierta Huelva un miércoles de mañana. Mi hermandad, tu hermandad. La de los emigrantes. Esa por la que muchos perdemos el sentido, la de la Cinta y la carabela. La del Simpecado verde, la peregrina y rociera, esa que se echa a los caminos como siempre fue. Como una familia en la que todos nos conocemos”.
No olvidó a “el bueno de Matías Aceitón, al que tuve el honor de conocer, fue el encargado de dar forma a nuestro primer Simpecado, cuantas cosas aprendí de ti Matías y de tu hermana Antonia”. Seguiría más adelante manifestando que “cuando se decide hacer nuestro segundo Simpecado se decide que portara Concha Peregrina y Marinera. No podría haber mejor símbolo para describir nuestra forma de ser. Concha Marinera y Peregrina como nuestra Huelva. Eso sí, siempre manteniendo el verde. Verde como las marismas entre Huelva y Aljaraque, verde como la marisma de las madres de Doñana en primavera”.
“Emigrantes soñaba con seguir siendo esa gran familia que siempre fue. Como decía Eduardo Fernández Jurado, una gran hermandad no, una hermandad grande, cuanto sabías Eduardo”. Seguía diciendo que “mi hermandad, la de los emigrantes, la que de niño tantas veces vi pasar por la puerta del colegio. La que marcaba el inicio de la fiesta, sin duda, más importante de nuestra tierra. Mi hermandad, esa que siempre llamaba mi atención sin tener en mi casa raíces rocieras. Emigrantes, es que algunos, forma despectiva la trataban de pequeña, pero que para nosotros siempre fue un orgullo el pertenecer a esta familia rociera. Quizás para los que traíamos de cuna el arraigo rociero pertenecer a una hermandad como la nuestra hacía sentirnos en familia”.
Añadía Hispano, “Emigrantes, mi hermandad, es elegante y valiente, es como un rayo de sol de un amanecer por poniente. Es el sueño de sus hermanos que siempre tienen en mente a la Reina Marismeña por la que el sentido pierden. Que sepa todo el mundo lo que Emigrantes la quiere y que no hay quien sienta la marisma como la siente mi gente”.
José Antonio remarcaba que “soñar que suenan cohetes desde las barandas del cielo que los tira Manolito, que fue nuestro cohetero. Que suena el paso carretas para anuncia a los romeros que Emigrantes está en la calle, con son de tamborilero de mi Francisco Ruiz, que en la historia fue el primero, de José Antonio o Abel, con sus chavales que con sus gaitas y tambores con música van diciendo: aquí está Emigrantes señores con sus sones rocieros”. Tampoco quiso olvidar “a nuestra mula Canastera”.
Dirigiéndose al hermano mayor José Antonio Ortiz señaló “Nono’, ¡qué distinta hubiera sido tu forma de entender el camino sin Manolín Coronel o la de Chico, sin mi mejor amigo, José Vizcaíno. Que sería de nuestra hermandad sin nuestros alcaldes de carretas”. “Emigrantes no lleva cabaillistas”, aseguró. “Lleva hermanos a caballo. Un puñao de corazones siempre delante y a sus laos Nono, Antonio Gálvez, Lourdes y Marce, por descontado. Y un puñao de jinetes que a la fiesta han renunciado porque ellos son más felices al lado de su Simpecado”. No olvidó tampoco a aquellos que “hacen el camino callados. Se hacen familia en dos días. Se apoyan en los veteranos que algunos de ellos ya llevan andando bastantes años Lolo Avellán, Pedro de Gregorio y esa nube peregrina que al ‘lao’ del Simpecado todos los años camina. Y en las marismas eternas camino siguen andando Antonio Alvarez o mi padre. Y esos que abandonaron las marismas de Doñana y que por siempre las cambiaron por las marismas eternas para estar siempre a su lado”. Tampoco obvio el débito que la hermandad tiene con hombres como Antonio Barneto.
Y terminó su hermosa exaltación diciendo que “Huelva es Rocio y porque El Rocío está en Huelva, pidiendo despedirse “como a los rocieros nos enseñan: Viva la Virgen del Rocío, viva la Blanca Paloma, viva mi Hermandad de Emigrantes, viva su hermano mayor, que viva el Pastorcillo Divino y viva la Madre de Dios”.
La noche finalizaría con el canto de la Salve y los vivas del hermano mayor José Antonio Ortiz a la “Virgen del Rocío, Blanca Paloma, Reina de las Marismas, Patrona de Almonte, Pastorcito Divino, rocieros del Cielo, y que viva la Madre de Dios”. Finalizando el presidente con su “viva al hermano mayor”.
Huelva, 1 de mayo de 2021