No cabía un alfiler a las puertas de la Casa Hermandad del Rocío de Isla Cristina el pasado sábado cuando, a las doce de la noche, al toque como siempre de la campana, se apagaron las luces y la Coral Polifónica de Isla Cristina, dirigida por Vicente Sanchíz, mirando al Simpecado, comenzó a cantar la Salve Rociera escrita por Manuel Pareja Obregón adaptada al canto coral. La Plaza de San Francisco rompió en una fuerte ovación pidiendo más y más a ese conjunto de voces, que en boca del Hermano Mayor, Juan Vázquez, parecía que los ángeles del cielo habían bajado hasta ella. Continuaron con sevillanas adaptadas al canto coral, pero luego siguieron con otros temas distintos a los ofrecidos con anterioridad en el Concierto que dieron en la misma plaza.
Sin duda alguna, el que cada fin de semana se le cante la Salve al Simpecado de la Hermandad del Rocío, hace que la Plaza de San Francisco tenga una vida especial pero también es cierto que con acontecimientos como el ofrecido por la Coral Polifónica hacen que todas las personas que nos visitan en estas fechas estivales comprueben que el saber hacer las cosas bien en Isla Cristina priman por encima de la imagen que algunos quieren dar de ella.