Una vez más, las puertas de la Casa Hermandad del Rocío de Isla Cristina se abrieron el pasado viernes 25 de septiembre para pasar ese ratito de rocío ante nuestro viejo y querido Simpecado. Y «ese ratito» se vivió de una forma muy especial cuando después del toque de campana y presentación, comenzaron a sonar las primeras notas de la Salve dedicada a nuestra Madre por parte de «La Familia». Y es que La Familia forman ese Coro «de cara a la galería». Pero realmente son lo que su nombre indica; una familia de hermanos y hermanas, esposos y esposas, hijos e hijas y, ya, hasta de nietos que, no nos cabe la menor duda, son un ejemplo de rocieros, de hermanos de nuestra Hermandad, de cristianos. Y con esa unión, con ese conjunto de voces… ¡tan hermoso! y con esos sentimientos, sin dejar de mirar a la Señora, le dedicaron la Salve de nuestra Hermandad que ellos saben transmitir de esa forma tan especial, así como también nos hicieron vibrar con las dos plegarias que cantaron después.
Es difícil transmitir en palabras lo sentimientos que nos desbordan cuando La Familia, ya sean Contreras, Domínguez, Hermoso, etc., posan su mirada en el Simpecado y rompen el silencio de la noche con las primeras notas de la guitarra.
Una vez más, como dice la plegaria, Isla Cristina rezó a su Madre cantando con La Familia.