A las doce de la noche, la campana de la Casa Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Isla Cristina comenzó a tocar para anunciar la que sería la última Salve del año 2012 y no podía tener un mejor final que con el grupo de amigos y hermanos de la Hermandad que fueron los encargados de cantarla.
Sólo con cuatro voces, las de Beatríz Morón, Alicia Cueto, Juana Díaz y Jose Monclova, parecía que todo un coro de ángeles habían bajado para dedicarle no sólo la hermosa Salve que interpretaron a nuestro Bendito y Venerado Simpecado sino, también, el grupo de sevillanas "de sentimiento y oración" como verdaderamente la manifiestan los verdaderos rocieros. Por eso, a pesar del frío y de la humedad típica de nuestro pueblo, el calor que desprendieron esos cuatro corazones hicieron que todos los hermanos y hermanas que se habían congregado alrededor de la Casa transmitieran que, sin duda, había sido una de las noches más hermosas que se han vivido a los pies de la carreta".