Numerosos moguereños acudieron el pasado domingo al acto de inauguración del espectacular monumento que la Hermandad Filial del Rocío de Moguer ha levantado en el paraje de Pino Gordo para rendir homenaje a todos aquellos rocieros que durante siglos han pernoctado en este hermoso espacio natural en su peregrinación anual hasta la aldea almonteña.
El monolito que preside este bello enclave, que se convierte así en símbolo de unión de un pueblo que viene surcando las arenas de su Camino desde el siglo XVII, se completa con bellos azulejos de cerámica artística, elaborados por el reconocido diseñador Carmelo del Toro. En ellos se representan escenas relacionados con la filial moguereña, como el nombre y la silueta de la medalla de la hermandad, o una alegoría a la emocionante noche que desde hace siglos pasan los peregrinos en este espacio natural.
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