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РусскийEl viernes 19 de marzo, la Hdad. de Triana culminó el proyecto Rebeca. «Os doy la bienvenida a todos a la inauguración de mi proyecto». Era un recibimiento fuera de protocolo, espontáneo, pero desde el corazón. Lo realizaba Rebeca, de quien el proyecto puesto en marcha por la Hermandad del Rocío de Triana toma el nombre, una joven con Síndrome de Down que tiene una vinculación especial con la Hermandad. Cuando subió al estrado a descubrir la placa, no quiso bajarse hasta coger el micrófono y dar públicamente las gracias y la bienvenida.
El Proyecto Rebeca es producto de la ilusión y la solidaridad de los hermanos rocieros de Triana que les hace volcarse con los más necesitados y que en esta ocasión se materializa en forma de residencia de discapacitados psíquicos adultos y un centro ocupacional.
Al acto acudieron el arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, quien celebró una homilía en la capilla del recinto y bendijo la residencia; Micaela Navarro, consejera para la Igualdad y Bienestar Social; Carmen Tovar, delegada del Gobierno; Manuel Benítez, alcalde de Castilleja de la Cuesta; Raúl Castilla, alcalde de Sanlúcar la Mayor; Santiago Herrero, recién reelegido presidente de la CEA; numerosos hermanos de la Hermandad del Rocío de Triana, con Manuel Alcantarilla, hermano mayor, a la cabeza; así como empresarios y vecinos que no quisieron perderse el acto.
«Sin la ayuda del Señor este proyecto no habría sido posible, él inspiró esta obra a los miembros de la Hermandad, y guió la mano del arquitecto. Es justo que en esta mañana demos gracias a Dios», manifestó monseñor Asenjo.
La idea nació de la Hermandad, con su antiguo hermano mayor, José María Machuca, a la cabeza, que se ha convertido en el actual director médico del centro, pero también ha sido posible no sólo gracias al ahínco de sus miembros, sino a la aportación económica realizada por una familia perteneciente a la hermandad y que prefiere permanecer en el anonimato, o a las entidades que han querido involucrarse en este proyecto.
La Junta de Andalucía, a través de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, ha aportado también 400.000 euros para la construcción del centro ocupacional y 540.000 euros destinados al concierto anual de las plazas. «Era un reto importante con la ciudad de Castilleja, cuyo Ayuntamiento ha aportado el suelo. Seguiremos atendiendo a las personas con discapacidad para reforzar sus capacidades porque ellos también tienen mucho que aportar a la sociedad», afirmaba Micaela Navarro. «Todavía sigue habiendo más necesidades que recursos, pero estamos realizando un gran esfuerzo para llegar a todos los rincones y diversificar los servicios», concluía con el compromiso de continuar trabajando en este aspecto.
