1. SALUDO DEL PRESIDENTE.
ROCIO DE ESPERANZA
Un año más deshojamos el almanaque, contando los días que faltan para Pentecostés, pero será un Rocío diferente, tan diferente que hasta la misma Virgen del Rocío ha decidido quedarse en su casa, sin salir, como estamos los rocieros, Ella también se sacrifica por nosotros dándonos ejemplo. Pero a la vez nos da esa fe y ese aliento que necesitamos en estos tiempos difíciles que nos tocó vivir. Nos da la esperanza de volver a vivir un camino bajo los pinos, con el crujir de las carretas, del lento pisar de unos bueyes. Esperanza de oler por el camino el romero, tomillo y los lirios marismeños, escuchar el croar de las ranas en una noche junta a la carreta del Simpecado, de los cantes de los pájaros marismeños, coger margaritas y amapolas para adornar al Bendito Simpecado. Soñar con el calor de una candela, con los sones de un tamboril rompiendo el alba, con ese cante de una garganta rasgada que le embarga la emoción. Con la esperanza de volver a rezarle una salve, cruzar esa concha peregrina de su ermita, agarrarse a su reja, con encontrarnos con Su mirada ese lunes de Pentecostés.
Pero Ella, como buena Madre, nos protege, nos cuida, y aunque ahora nos enfademos como niños pequeños por no poderla ir a ver, lo comprenderemos en el futuro porque ya lo sabes “Ella lleva sus cuentas”. Pero pesar de todo vas a ser un privilegiado, rociero vas a vivir el Rocío más auténtico de los últimos años, un Rocío desde el corazón junto a tu Simpecao en la distancia, siendo un Rocío más espiritual, demostrando al mundo entero que los rocieros sabemos ser pacientes, sabemos disfrutar del Rocío en los momentos difíciles, que no todo es fiesta, juerga y cante. Que el Rocío es mucho más y por ello este año, este Rocío 2021 será un Rocío de la Esperanza porque la esperanza es lo último que se pierde y la próxima romería está más cerca de lo que nos esperamos. Aprovecha esta oportunidad porque vas a vivir un Rocío único, desde el corazón y sobretodo no dejes de lanzar esos vivas por y para Ella, que el viento se los llevará para que Ella los escuche.
¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCIO!