Isla Cristina PEREGRINA ANTE LA BLANCA PALOMA

La Fervorosa e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Isla Cristina celebró su Peregrinación oficial en la Aldea de El Rocío culminando el domingo día 20 de Enero para celebrar la Eucaristía a los pies de la Virgen del Rocío que, como todos saben, se encuentra en la Parroquia de la Asunción de Almonte.
Pero si lo hacemos todo cronológicamente, sin duda todo comenzó el jueves día 17 cuando a las ocho de la mañana, desde las puertas de la Casa Hermandad de la Plaza de San Francisco, un grupo de hermanos peregrinos, diecisiete en concreto, estuvieron rezando para comenzar a caminar hasta la aldea almonteña, pasando la primera noche en el recinto romero de San Isidro de Gibraleón y la seguna en Villarejo y, así, poder encontrarse el sábado en la "portá" del Coto para rezar el Ángelus y después continuar hasta el Paraje de Gato con el resto de hermanos para celebrar una comida de convivencia, aunque las inclemencias del tiempo que hemos soportado durante el fin de semana hicieron imposible la misma, por lo que sobre las 15'30 horas de ese día, hicieron su entrada en la Aldea y en su Casa al toque de campana y con el recibimiento emocionado de todos los hermanos y hermanas que en ella se encontraban.
Sin embargo, el viernes por la noche, a pesar de estar agotados por la jornada tan intensa que habían vivido, esperaron hasta las doce de la noche y con unas "mariposas" que improvisaron colocadas en una sartén que contenía aceite, escucharon gracias al contacto telefónico, cómo al toque de campana, en la Casa Hermandad de la Aldea, se anunciaba el canto de la Salve ante el Altar montado en la Capilla que presidía el Simpecado y cómo el grupo de La Palma del Condado "Aromas de la Rocina", compuesto por Jose Manuel Lepe, José Luís Albarrán, Alberto Franco y Fernando Lepe, entonaban la Salve Rociera de los Romeros de la Puebla, haciendo que todo el sentimiento guardado durante horas estallara en llanto y en vivas a Nuestra Madre y al Pastorcito Divino. Y así se vivió también en la Casa Hermandad, en esa fría noche, cuando después de los vivas lanzados por el Hermano Mayor, Juan Vázquez Malavé, acompañado por la Hermanda Mayor de La Palma del Condado, Candela Macías, continuaron con un grupo de sevillanas alusivas al traslado de la Virgen y acabando con una Plegaria.
Por las inclemencias del tiempo no se pudo celebrar la comida de convivencia en el Paraje de Gato, pero sí en la Casa Hermandad se pudo estar durante todo el día celebrando el encontrarnos en la Aldea hasta que a las doce de la noche se celebró el Santo Rosario acompañados por la Hermandad de Medina del Campo de Valladalid que como ahijada de la Hermandad isleña se habían trasladado hasta estas tierras para celebrar también la Peregrinación.
Y amaneció el domingo. Y muchos fueron los isleños e isleñas, hermanos y hermanas de la Hermandad la mayoría, los que se acercaron hasta El Chaparral, en Almonte, para acompañar a nuestro querido Simpecado, en Procesión, hasta la Parroquia de la Asunción y allí celebrar la solemne Misa programada para la una de la tarde y que estaría presidida por nuestro Director Espiritual, D. Carlos Javier Rodríguez Parra acompañado por otros sacerdotes venidos de Medina del Campo.
Encabezados por nuestro tamborilero, David Medina, que se hizo acompañar por cinco más, se inició el cortejo por las calles de Almonte con todas las insignias de nuestra Hermandad y por las banderas, también, de Medina del Campo. Nos acompañaron las hermandades isleñas del Cautivo, Carmen, Virgen del Mar, Asociación de la Bella, Gran Poder, El Cristo de la Vida y La Bella de Lepe, seguidas de varias Hermandades rocieras como Ayamonte, Villarrasa, Punta Umbría, Gibraleón, Rociana, Moguer, Villalba, etc. La Junta de Gobierno de la Hermandad de Isla Cristina cerraba el cortejo junto con la Presidencia en la que estaba la Alcaldesa isleña, Dª María Luísa Faneca y el Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Agustín P. Figuereo junto con Adolfo Marcos, Presidente de la Hermandad de Medina del Campo, nuestra Secretaria Matilde Pérez y cómo no, el Hermano Mayor, Juan Vázquez Malavé y el Presidente, Pedro Jesús Álvarez.
En el Altar, a los pies de la Blanca Paloma, nos esperaba nuestro Director Espiritual y la Hermandad Matriz cuando el silencio se rompió con los aplausos de todos los congregados en el templo y al grito de "Isla, Isla", hacía su entrada nuestro querido Simpecado mientras el Coro "La Familia" comenzaba a cantar, no dejando de sonar ese griterío hasta que el Vicemayordomo que portaba el Simpecado, Rafael García, saludaba con el mismo a la Señora que resplandecía en el Altar subida ya en su Paso.
Como es tradición, tras la reja acompañan a nuestro Simpecado la Secretaria, el Presidente y el Hermano Mayor quien, una vez terminada la hermosa Salve que interpretó La Familia y que hizo que las lágrimas afloraran espontáneamente a todos los feligreses, rompió dando vivas a Nuestra Madre y al Pastorcito Divino.
Sin dejar de mirar a la Virgen, el Simpecado fue saliendo del templo hasta llegar a sus puertas e iniciar el Camino de vuelta hasta El Chaparral para poder volver hasta nuestra Casa Hermandad y todos juntos celebrar el hermoso encuentro que, sin duda, habíamos tenido con la Virgen del Rocío.
Llegó la hora de marcharse, sin duda, con la satisfacción de haber cumplimentado un año más como se merece Nuestra Señora y con la ilusión de ir preparando ya todos los actos previos para la Romería del 2013.