Juan Trapero derrocha emoción en el XXV pregón rociero de Algeciras

La hermandad de Nuestra Señora del Rocío abrió ayer su semana mariana 2009, de cara a la romería de este año. Juan Trapero Ruiz ofreció un espectacular pregón rociero tras la santa misa en la Parroquia del Corpus Christi, cuya hermandad cumple 25 años de vida, casi la edad de él. Este joven cofrade transportó a los asistentes -alrededor de 200 personas- hasta la arena del camino, al sonido del tambor y las guitarras, invitó a todos a disfrutar una año más de la grandeza de la romería.

Antes de esbozar sus primeras palabras, Trapero se acercó a la imagen de la Virgen con sigilo para, posteriormente, empezar su pregón tomando el trono. Expectantes los amigos y rocieros observaban al joven pregonero mientras preparaba su arranque. Trapero quiso agradecer, antes de comenzar su discurso, a sus antecesores en esta honrosa labor, no sin olvidar a la Junta de Gobierno de la hermandad por haberle confiado esta oportunidad.

Entre sus frases más emotivas destacó «si os fallo en algo hoy saber que os habla mi corazón». Esta cita así como los recuerdos cargados de anécdotas para evocar a las personalidades más destacadas de la hermandad lograron arrancar los primeros aplausos.

Trapero dedicó el pregón a sus padres. «Mi padre y mi madre son mis dos pilares fundamentales, muchas veces se han portado no sólo como padres sino como amigos», destacó. Así sostuvo con emoción que siempre se hayan portado como unos rocieros comprometidos, «siempre dispuestos a ayudar».

El pregonero no dudó en hacer alusión a su juventud. Una edad que, a priori, puede ser de extrañeza para que se le conceda la responsabilidad de elaborar un pregón. Trapero por ello sostuvo que no quería caer en los tópicos que por su temprana edad quizá no podría ser una persona cualificada, «es cierto que soy muy joven para este menester, pero vivo la romería durante todo el año». En su impulso por plasmar al público su fervor por el Rocío alzó su voz para enumerar los signos que más engrandecen a este acto cofrade. Habló de las marismas, habló de la arena que entra y sale de la ermita bajo el pie de los rocieros, todos pueden ser pregoneros.

En su afán por deleitar a los asistentes convirtió el pregón en un espectáculo singular cargado de música ambiente, sevillanas, y hasta una salve rociera. Trapero no dudó en dar aliento a su emotividad entonando las canciones más sentidas del Camino para convertir este honorable acto en todo un cántico para llamar a todos los ciudadanos, para invitar a los algecireños a que disfruten de la edición de este año.

Bajo la atenta mirada de la Virgen se posicionó durante su pregón para cantar una salve rociera con el respaldo de los tambores y de una guitarra. Un acto cargado de emoción por el cual fue aclamado por todos los presentes, amigos y cofrades, rocieros y vecinos de Algeciras, que se vieron envueltos en un pregón cargado de responsabilidad y de juventud.

Juan Trapero durante su discurso hizo un recorrido por todas las fases que componen el Camino hasta la llegada a la ermita y el sentir, a cada paso, del recorrido. «Ser rociero no es fácil y el que de verdad lo siente no presume de ello. El Rocío es devoción». Desde la dureza del sendero al recorrer la arena hasta el cruce del río, pasando por las noches que discurren entre amigos, entre recuerdos y vivencias añoradas, con este sentir impuso su palabra.

El próximo 16 de mayo la hermandad del Rocío de Algeciras celebrará el Santo Rosario y la procesión con el Simpecado por las calles de la barriada hasta celebra la solemne misa.