Eran las 12.00 de la mañana de ayer, Lunes de Pentecostés, cuando se iniciaba el repique de campana y sonaban los sones de la Escuela de Tamborileros de la Real Hermandad de Emigrantes de Nuestra Señora del Rocío de Nueva para anunciar la venida del Espíritu Santo, en una festividad religiosa que se celebra 50 días después de la Pascua.
El Simpecado salía hasta el dintel de la puerta de entrada de la capilla, acompañado por algunos de los miembros de la junta de gobierno de la filial rociera y numeroso público se concentraba en torno a la casa de hermandad para vivir este hermoso acto que se ha venido celebrando durante el Rocío de Luz y Esperanza, respectivamente.