El pasado sábado 8 e Mayo se presentó el cartel anunciador del Rocío 2021 de la hermandad de Almería, en la parroquia de San Pedro, sede canónica de la Hermandad, obra del artista Jesús Calzada. El acto de presentación fue precedido por el final del triduo que ha organizado la Hermandad en honor a la santísima virgen del Rocío, y fue presidido por su Hermano Mayor Carlos Salvador Hidalgo, presentado por Ángel Javier López Jerez delegado de juventud de la Hermandad, y el propio autor Jesús Calzada, que manifestó su gran emoción y orgullo de haber podido colaborar con la fe rociera almeriense en un año tan señalado por la pandemia, el propio Calzada explicó la simbología de la obra titulada «Del mar a la marisma» :
«Y es que esta obra es la metáfora de un camino, el camino imaginario desde el mar a la marisma, Pues si lo analizamos de Forma ascendente de abajo hacia arriba, lo primero que vemos en la parte inferior, es una masa de manchas y pigmentos azules, pero un azul muy especial, Un azul familiar, un azul plomizo de bruma y calima, es el azul de la playa del Zapillo en un día caluroso de primeros del mes de junio, ese mar almeriense sobre el que aparece el texto del cartel: unas grandes letras que dicen “ROCÍO” sobre esta metafórica playa, unas letras en relucientes colores dorados, reflejos dorados cual ráfagas, reflejos de los recuerdos que los almerienses aún guardan en la retina del dorado de una virgen marismeña que los ayuda y acompaña día a día en su camino de la vida, y me refiero a “CAMINO” como palabra clave para entender este cartel, seguidamente aparecen los colores del polvo del camino, de los verdes de los pinos y de las aguas del rio Quema, colores de un camino que como rocieros hacemos comprometidos con la fe, y que este año no podremos realizar, a esto se refiere la frase que inmediatamente leemos después: “Caminante si hay camino” una afirmación cual juego de palabras a modo de antítesis de esperanza en este año 2021 tan marcado por la pandemia, y es que recurriendo al conocido poema de Machado, esta frase irrumpe en nuestra consciencia recordándonos que como dice la canción “no puedes ser rociero tan solo al año una vez, hay que hacer de cada día lunes de pentecostés” y este es el camino de la Hermandad de Almería, el que sus hermanos hacen durante todo el año, detrás del simpecado de la vida, siendo rocieros todos los días, el que representa este cartel. Si seguimos subiendo la vista descubrimos una cinta de tela con los colores insignes de la hermandad, rojo, celeste y blanco, una cinta que baila volando movida seguro por un viento solano, “ese viento solano de las marismas que alisa las arenas” y que este año va a soplar tan fuerte para llevar esta cinta desde la playas de Almería hasta la blanca paloma, y es que esta cinta simboliza todas las plegarias, rezos y sentimientos de una fe que unen a la virgen del Rocío con sus hermanos almeriense. Seguidamente aparecen las efigies de dos coronas unidas por un tortuoso camino, en el lado derecho y un poco más abajo en la composición, aparece la efigie de la corona de la Virgen del Mar, patrona de Almería, con símbolos autóctonos de identidad como el Índalo, las estrellas de ocho puntas, o la flor de lis tan representativa del simpecado de esta hermandad, una corona que es el inicio de un camino, camino que comienza con la encomienda a esta patrona que acompaña y protege a los rocieros almerienses en su peregrinación hacia la reina de las marismas; y en el lado izquierdo y un poco más arriba la efigie de la Corona del Amor que todas las hermandades regalaron a la virgen del Rocío en el centenario de su coronación canónica, dos coronas unidas en un camino imaginario que va a desembocar en la cara de una virgen que se levanta por encima de toda la composición, un camino que inevitablemente lleva hasta ella, un camino que desemboca y corona con la cara de la Santísima virgen del Rocío que aparece entre los colores del atardecer de Doñana, entre lirios rojos y ráfagas doradas que se descomponen como un sueño, el sueño de un camino que todos añoramos y llevamos en el corazón, un “camino” que este año, como decía Machado «se hace al andar”