La Hermandad del Rocío llega esta tarde a la aldea marismeña después de un día y medio peregrinando por el coto de Doñana. La hora de llegada está sujeta a la posibilidad de que las lluvias, si es que aparecen por el coto, obliguen a un adelanto.
Los linenses partieron ayer a las seis de la mañana a Sanlúcar. Al salir se encontraron unas condiciones meteorológicas muy adversas pero a medida que fueron acercándose a Bajo de Guía notaron una visible mejoría. «Salimos con mal tiempo pero el Doñana ya se había abierto el cielo», explicó Antonio Jiménez, fiscal de la Hermandad. El embarque hacia la Punta de Malandar, ya en el coto, fue sobre las diez de la mañana. El medio centenar de peregrinos fue cruzando en las barcazas hasta reunirse en la orilla de Doñana para afrontar el duro camino por el coto, aunque Juan Genal, otro de los rocieros que peregrina, explicó que las lluvias recientes han dejado el coto muy transitable. La primera parada se realizó a la altura del Palacio de las Marismillas para el rezo del Ángelus a las doce del mediodía. Los mosquitos hicieron de las suyas. «No he visto más mosquitos en mi vida», decía el propio Juan Genal. Luego se continuó hacia el Palacio de Doñana, lugar elegido para pasar la noche. El rengue del almuerzo, que no fue muy prolongado por razones obvias, se realizó en las inmediaciones del cerro de los Ánsares ….