El motivo de esta decisión, tomada por la Junta de Gobierno de la Hermandad Matriz, es la coincidencia del 30 de marzo con el Sábado Santo, jornada de reflexión para todos los cristianos.
Como viene siendo habitual, desde que la Virgen está en Almonte y hasta su regreso a su Santuario, el último sábado de cada mes se celebra una Guardia de puertas abiertas, para que los rocieros que así lo deseen puedan pasar junto a Ella una velada de oración.
En este caso, el último sábado de marzo no habrá Guardia abierta.