Coincidiendo con la próxima edición de la Saca de las Yeguas, este 26 de junio, y leyendo a la vez al periodista Pepe de la Cueva sobre los orígenes de esta ancestral tradición almonteña, es preciso aclarar que la Saca no cumple 512 años como estamos pudiendo leer en varios sitios webs o prensa,. En el siglo XVI hubo una regulación, no una fundación.
La Saca de las Yeguas no es Centenaria, sino milenaria.
La existencia de la raza equina marismeña en Doñana es muy remota. Las primeras noticias la tenemos en tiempos de los íberos; a finales del siglo V y la primera mitad del VI, en unas de las obras principales del célebre obispo Isidoro, titualda“Las Etimologías”.
Las siguientes noticias de nuestra raza marismeña aparecen en la época árabe, concretamente en el siglo X. Bajo el mandato de Almazor, se le proporcionaba desde las marismas del Guadalquivir, esta raza para la caballería militar. Es curiosamente cuando entre el 915 y 916, se menciona por primera vez el lugar de Almonte como “Al-munt”.
En este mismo siglo X, cuando una referencia crucial para esta tradición nos revela el concepto de “Saca”. El medievalista español, Emilio García, nos facilita un texto histórico del siglo X que indica cómo las potrancas y potros de nuestras marismas del Guadalquivir llegaban cada año a finales de junio al palacio de Medina Azahara (Córdoba) causando admiración entre los caudillos árabes: “En este momento llegaron a Medina Azahara los potros y potrancas criados en las marismas de Sevilla y Niebla (Almonte pertenecía a aquel reino árabe de Niebla), en buen número y condiciones aceptables. Su llegada produjo tanta alegría al Califa, que lleno de curiosidad, se sentó para verlos, acompañadp de su hijo el príncipe Hisam, en uno d elos salones que dan a los jardines de al-zahra. Los encargado de exhibirlos y mostrárselos fueron el gran fatá Faiq, sahib al-burud y al-tiraz, y su mawlá Ziyad ibn Aflah, caballerizo mayor y sahib al-hasam”.
Ya en tiempos de la reconquista, tenemos noticias de los acotamientos de pastizales de las yeguas de los almonteños en las marismas en 1396; parajes como La vera y el Rincón en la dehesa de Las Rocinas. Extendiéndose posteriormente el pastizal en el siglo XVI en la marisma Gallega en Hinojos.
Se viene creyendo erróneamente desde 2004, que esta tradición de la Saca, tiene origen en 1504 (S. XVI), con las ordenanzas reguladoras del estado ducal de Medina Sidonia, dictadas por el entonces duque Juan Alonso Pérez de Guzmán, señor de Almonte.
Un sin fin de publicaciones y conferencias, fue vendida erróneamente esta singular tradición como en su quinto centenario (1504 – 2004).
¿De qué habla las Ordenanzas de 1504 en relación a la Saca de las Yeguas?
En ningún momento, estas ordenanzas que regulaba la actividades de todos los pueblos que estaba bajo mandato del estado Ducal de Medina Sidonia, de la cual pertenecía Almonte y su vasto término, se alude a la fundación u origen de una “Saca de las Yeguas”, todo lo contrario.
En el tercer capítulo de la ordenanza, se dice que “Buenos usos y costumbres que mis pueblos tenían hechas y ordenadas por los concejos, regidores y hombres buenos antiguamente”, es decir, se regula costumbres que ya se hacían en antaño como es la Saca de Las Yeguas.
Es el capítulo 233 de las dichas ordenanzas la que refiere que por el día de San Juan, se debía de reunir el ganador, y sacarlo de aquellas tierras dadas la carencia de pastos a finales de junio. Sumándose a esto cuando ya se encontraban en el pueblo, operaciones como la túsa, marca de hierro y la venta pública.
Las labores de recuperación y caracterización de esta raza se iniciaron en el año 2003. Concluyéndose como raza milenaria. El Catálogo Oficial de Razas de Ganado incluye a la raza equina Marismeña en el Grupo de Razas Autóctonas en Peligro de Extinción.
Las Yeguas Marismeñas no es salvaje, sino asilvestrada. Convive con la naturaleza, al igual que con el hombre.
Una costumbres que nos has sido heredados de generación a generación, y que no nos podemos conformar con decir que es centenaria, porque a las pruebas nos remitimos, es una tradición milenaria.
Debemos de a partir de ahora, tanto el pueblo de Almonte, como su ayuntamiento y asociación ganadera, de fomentar esta antigüedad y no quedarnos en los quinientos años.
Javi el almonteño.
Bibliografía:
– Muñoz Bort, D.: La Ganadería Caballar en la villa de Almonte. Huelva, 2004.
Anasagasti Valderrama, A. M. y Rodríguez Liáñes, L.: Niebla y su tierra en la Edad
– Media. Historia y Documentos. Huelva, 2006.
– http://www.infocarne.com/caballo/raza_marismena.htm
Javi el almonteño