La vida, … esta vida, … la que nos ha tocado vivir, …
Esa que a veces nos sonríe y otras nos da la espalda, es EFÍMERA. Con un principio determinado y un final desconocido. Llegamos a este Mundo como una explosión de Luz, y desde la oscuridad del vientre materno comenzamos este caminar, guiados por una luz especial. Luz que poco a poco se va diluyendo en la más absoluta oscuridad. La vida, queramos o no, se nos escurre entre las manos con tanta rapidez que a veces no logramos apreciar como el tiempo transcurre, bien sea por que no llegamos a prestar la debida atención, bien porque el final está tan cerca que no tenemos tiempo de vislumbrar la oscuridad.Sea de una forma o de otra, conforme ese final se acerca comenzamos a vivir los detalles con más intensidad. Vivencias actuales que se aprecian con la perspectiva del pasado, vistas desde un prisma muy distinto al de la juventud. Así es como las personas mayores se acercan al Rocío, bien sea por la edad o por motivos de salud, su Rocío siendo más estático por problemas de movilidad o cansancio, no deja de ser un ROCÍO con letras mayúsculas, un ROCÍO del alma vivido plenamente con el corazón.
Interiorizando con fuerza los pequeños detalles, grabando cada imagen en la retina y valorando cada segundo como si fuera a ser el último. Cuantas veces mis oídos habrán escuchado esa frase que se clava como un puñal, en el corazón de quien la oye “Quién te volverá a ver,…”
De ellos deberíamos tomar buena nota, aprender a echar el freno a este Mundo desenfrenado, parar por un instante el carro de esta vida loca, mirar a nuestro alrededor con detenimiento y comenzar a apreciar la belleza que nos rodea, seguro que encontraríamos a nuestro alrededor un Mundo nuevo, un paraíso de nuevas ilusiones, un oasis de colores, donde saciar las prisas con tranquilidad y las lágrimas con sonrisas. Es el momento de dar un cambio de rumbo, definir una escala nueva de valores, mirar siempre al frente y obviar aquello que realmente nos haga desviar la mirada del camino.
Hoy mi vida se aferra con fuerza a esos pequeños detalles, la vela de mis días alumbra con fuerza mi camino, treinta y seis primaveras y sigue la mecha encendida, pero quien sabe, si un viento traicionero de un soplo la apague, eso sólo Dios y Tú, Mare mía del Rocío, lo sabéis.
Por tanto, hasta que llegue ese momento, adelantaré los pasos y comenzaré a detener este Mundo que gira y gira a mi alrededor, empezaré a respirar cada instante y cada paso, cada mirada y cada beso, cada suspiro y cada lágrima, porque no hay nada más bonito que acercarme a tu vera y sentir que el camino me lleva a tus plantas.
Quiero vivir un Rocío interior más intenso y pleno, guardar en la retina tu imagen, aunque el corazón sea una explosión de júbilo y mi cuerpo un derroche de fuerza, dejar que los años avancen y la euforia se calme.
Para cuando ese instante llegue ya tendré mucho trabajo adelantado, y habré disfrutado de todo lo que Tú me das.
Dios quiera que mis pies, cansados por la edad, un buen día de Mayo caminen lentamente hasta tu altar. Eso será la señal de haber hecho durante mi Vida, lo que aquí en estas letras quiero expresar con mis sentimientos.
Ese día Tú estarás a mi vera y juntos apagaremos la vela de este sueño eterno, y seguiré de nuevo tus pasos por las calles de la aldea entre luceros y estrellas, a ese Rocío del Cielo donde mis manos cada día recogerán entre las nubes miles de lirios que adornen tu sombrero, y allí juntitos los dos, … continuará esta locura de Amor.
CUANTO MÁS PASAN LOS AÑOS
MÁS NECESITO DE TI
DE LA LUZ DE TUS ENCANTOS
Y ESA QUE ALUMBRA MIS PASOS
LA QUE ME AYUDA A VIVIR
CUANTO MÁS PASAN LOS AÑOS
MÁS NECESITO DE TI
Y AUNQUE A VECES ES CUESTA ARRIBA
PERO NUNCA A LA DERIVA
PORQUE TENGO ESTE QUERER
QUE BROTA EN ESTA MARISMA
Y AQUÍ ALIMENTO MI FE
Y TE ENTIENDO REINA MÍA
PORQUE SÉ QUE ES LEY DE VIDA
Y LO TENGO QUE ASUMIR
PERO CUANDO LLEGUE EL DÍA
QUEDATE JUNTITO A MI
VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO
BajoGuia (Miembro del Foro)