La Virgen en procesión en la romería del Rocío de los años 20

Os traigo esta imagen de la señora de Almonte en procesión en su romería del Rocío de los años 20. Llama poderosamente la atención en la fotografía la falta de los varales centrales de las andas ¿Cuál es el motivo de la ausencia de los varales? En 1919 para la coronación Canónica de la Virgen las antiguas andas se les acomete unas reformas, como es el recubrimiento de plata en el palio; incorporándose las macollas que actualmente adorna en su parte superior. Fue recubierto también de plata la base de la peana. Recordemos que estas andas fueron realizadas por el Malagueño Juan de Astorga, en la segunda década del siglo XIX, entre 1817 – 1823. Originalmente las andas se componían de 4 varales en cada esquina del paso. Los varales lo formaban 36 cañones de plata y 32 anillos de metal. A raíz de 1851 con la visita de los duques de Montpensier a la Romería, el patrimonio del Rocío se ve fuertemente enriquecido en donaciones. En el inventario del santuario de 1884 (M. A. López Taillefert, El ajuar de Ntra., Sra. del Rocío y de su ermita según un inventario del último cuarto del siglo XIX. EXVOTO Nº 2. 2013) da constancia de la donación de cuatro varales más a las andas por parte de los duques. Cuatro varales de plata para la parte central del paso, componiéndose de 35 cañones de plata y 35 anillos de metal. Cabe pensar que después de la coronación canónica el paso o andas siguiesen en reformas ya que algunas fotografías durante el inicio de la década 20 muestran el paso desprovisto de algunos varales. La virgen luce en la imagen el llamado traje de los Montpensier. Las ráfagas redondas de metal mal colocadas en 1919 deja entrevé esa silueta curiosa de la señora. Luce el rostrillo hoy desaparecido que iba a juego con el traje. En 1919 la Virgen estrenaba el llamado rostrillo de Muñoz y Pabon que curiosamente no volvió a utilizarlo durante la de cada 20 y 30. Quizás por el simple hecho de que no estuviese dorado, al igual que la corona y ráfagas, el impacto visual de la plata, no encajaba en el marco orfebre de la imagen. Por eso después de 1919 la Blanca Paloma vuelve a procesionar con el rostrillo de los montpensier. A finales de los 30 o principios de los 40 el rostrillo de Muñoz y Pabon se modifica dorándose por completo, añadiéndose más detalles y sobrepuesto en una tela bordada que enmarcaría la pieza de metal.
Javi El Almonteño