A excasas horas de la visita del Sus Majestades los Reyes de España, Felipe VI y Doña Letizia, es oportuno hablar de la visita que efectuaron Doña Sofía hizo su visita a la Romería por primera vez en mayo de 1972, como Princesa de Asturias, volviendo a repetir en 1984 ya como Reina, junto a sus hijas las infantas, Elena y Cristina, que pernoctaron en el poblado de los Cabezudos y Palacio de Doñana.
Doña Sofía hizo su visita a la Romería por primera vez en mayo de 1972, como Princesa de Asturias, volviendo a repetir en 1984 ya como Reina, junto a sus hijas las infantas, Elena y Cristina, que pernoctaron en el poblado de los Cabezudos y Palacio de Doñana.
La familia Real fue nombrada como Hermanos Honorarios de la Hermandad Matriz de Almonte. En 1972 lo hizo Juan Carlos siendo aún Principe y Doña Sofía ese mismo año como Camarera de Honor. En 1984 Doña Sofía junto a sus dos hijas, fueron recibidas como Hermanas Honorarias. En 1992 Juan Carlos volvió a ser impuesto como tal ya habiendo aceptado 20 años antes. En 2006 lo hicieron los Principes de Asturias, Felipe y Doña Letizia en su visita a la Virgen del Rocío en Almonte.
La Visita al Rocío de Juan Carlos I y Doña Sofía del 28 de septiembre de 1992
Realizaban al visita para la clausura del Congreso Internacional Mariano y Mariológico que venía celebrándose durante estos días en Huelva. Asistieron unos 40.000 personas. El altar en el que se desarrolló la ceremonia litúrgica estaba situado apenas a unas decenas de metros de la iglesia. Sobre el estrado presidía un gran cuadro de la Virgen del Rocío, rodeado de todos los estandartes del más de centenar de cofradías de esta advocación mariana que hay en Andalucía y otros lugares de España. A la derecha del altar, en un lugar preferente, estaba el puesto reservado para los Reyes y doña María de las Mercedes. Los Monarcas llegaron al santuario en helicóptero. Sus Majestades y Doña María de las Mercedes después de orar unos momentos ante la imagen de Nuestra Señora’: salieron a la explanada por la puerta principal, en medio de los aplausos y vítores de los peregrinos. Una vez instalados los Reyes salieron del templo en procesión los concelebrantes. . Inmediatamente después y tras recibir el saludo del legado y del nuncio, Los Reyes y la Condesa de Barcelona abandonaron la explanada del Rocío en medio de un verdadero estallido de cariño popular (ABC, 27/9/1992).
Javi el almonteño