La Hermandad del Rocío celebró ayer en la ermita marismeña su misa anual ante la Virgen, que fue concelebrada por el director espiritual de la Hermandad, Juan Valenzuela, y por los sacerdotes Antonio García y Agustín Borrell. El santuario registró una afluencia de personas como no se recuerda y se advirtió la presencia de cientos de linenses.
Los actos comenzaron la noche anterior en la casa hermandad con el rezo del rosario y el canto de la salve y siguieron al mediodía de ayer con el ángelus. Luego comenzó la procesión hacia el santuario en medio de un calor sofocante.