La Hermandad murciana del Rocío vio anoche culminada una larga aspiración: darle un lugar adecuado a la carreta de plata que utilizan para llevar el Simpecado en las romerías.
En la iglesia parroquial de San Francisco Javier, sede canónica de la Hermandad del Rocío, se ha habilitado un espacio, como pequeña capilla, para que la carreta rociera quede expuesta y a la vez conservada.
Tras la tradicional eucaristía de último domingo de mes, se inauguró anoche la capilla construida en un trozo del patio de la iglesia. Se ha techado e instalado una cristalera y dos puertas . Una de acceso por el patio y otra por el interior del templo, ya que la carreta tiene que salir por la puerta principal. Tras la bendición hubo un pequeño ágape en el que no faltaron las salves rocieras ni las sevillanas.
A la carreta del Simpecado le falta únicamente ponerle las cuatro ánforas de plata de las esquinas. Las están haciendo en la orfebrería de Villarreal de Camas en Sevilla, que es donde han hecho todas las piezas, a lo largo de los siete años que han tardado.
La carreta ha costado unos 84.000 euros. La presidenta de la comisión pro-carreta, Mariely Ballesta, ha tenido que recurrir a capeas y donativos para reunirlos. Algunos miembros de la Hermandad se mostraban disconformes con que el párroco les haya pedido que desmonten las ruedas y recubran el cajón de la carreta con una tela, a modo de altar, porque desdice su estética y tradición.